El eternamente derrotado, por no haber ganado bien una lucha en su vida; el siempre vilipendiado, pues su negligencia le ofreció a la gente más de cien motivos para vituperarlo a diario; el de la mecha corta; el impulsivo; el visceral.

 

Ese mismo cuyo brío y vehemencia le impidieron realizar estrategias. Aquél ímpetu suyo dejaron en la calle a decenas de miles de desempleados y al doble de muertos.

 

Y la cosa sigue de mal en peor; en gran medida por culpa de este hombre.

 

Su efervescencia febril, e incluso quizá hasta bienintencionada, sumergió al país en un mar de sangre; a la espera del retorno del peor de los gobiernos, de la ‘dictadura perfecta’. Desesperanzado y ajetreado despedirá México a este hombre que sin legitimidad llegó al poder y pretendió salir legitimado. El problema fue que buscó la legitimación que las urnas no le dieron en una guerra que la gente no pidió que declarara.

 

Los ejemplos sobran. El último de ellos a continuación:

 

De manifiesto y probado quedó lo que aquí expreso en las declaraciones del dueño de una importante empresa, MVS, Joaquín Vargas, quien aseguró que Presidencia decidió el asunto de la banda ancha móvil basándose en un capricho del titular del Ejecutivo Federal y actual comodatario de Los Pinos. Es decir, Multivisión perdió la oportunidad de conservar las concesiones de 2.5 gigahercios (Ghz) a causa de que el señor Vargas Guajardo no cedió ante los chantajes del poder.

 

Derechos fundamentales se vieron ultrajados por berrinches como el anteriormente mencionado. Así de grave está la cosa.

 

…y decían que eran el cambio, que habían acabado con el autoritarismo tricolor… Puro gatopardismo. Y la continuidad, valga la redundancia, continuará…

 

Parece ser que el PAN se va dejando un recuerdo tan terrible en millones, que con que el PRI lo haga medianamente mejor –pues pareciera imposible que se pueda hacer peor--, el pueblo sentirá un falso consuelo por haber optado por retornar al Revolucionario Institucional a la casa presidencial.

 

Qué cosa.

 

A crear conciencia.