La multiplicación de los panes y los peces es para los cristianos uno de los milagros más grandes de Jesús. Con dos peces y cinco panes alimentó a más de cinco mil personas. Y, luego, con siete panes y unos cuantos pescados, alimentó a otras cuatro mil personas. Así, con muy poco alimento, pudo dar de comer a miles de seguidores.

Hoy, en la liturgia de la mañanera, la 4T organiza una propuesta de iguales proezas mesiánicas. Ello sin olvidar que también se realiza la profecía de que ahora sí se venderá el avión presidencial y con lo obtenido se dará asilo a todos los migrantes que estén en México y no puedan pasar –al menos no de inmediato– a Estados Unidos de América. 

Por un momento omitamos el hecho de que ese dinero aún no existe (el avión NO se ha vendido, ni se puede vender) y sólo genera costos el tenerlo estacionado en California. Habría que añadir, adicionalmente, que el producto de la venta ya había sido comprometido para financiar otros programas. Así que, o bien los otros programas se quedan sin el financiamiento aéreo, o el dinero también sufrirá la magia de la multiplicación…

Los migrantes en número

De forma inusual (según los propios datos oficiales del primer trimestre del 2019), más de 300,000 personas han cruzado nuestro país de forma ilegal con EEUU como destino. La cifra es estratosférica pues el promedio anual de personas en tránsito había oscilado entre los 150,000 a los 400,000. De seguir este ritmo, a fin de año habrían llegado 1,200,000 migrantes a México, país en el que se quedarían por un buen tiempo. 

Tan solo en mayo, la “Border Patrol” (patrulla fronteriza) detuvo a más de 132,000 migrantes y rechazó otros 11 mil, las 144,000 personas que la secretaria de Gobernación ni siquiera sabe cómo entraron a México. Eso sin contar la balandronada de Trump que deportará a “millones” de migrantes; aun siendo solamente cientos de miles, tendremos un problema muy serio.

 

Hagamos cuentas

Supongamos que se puede vender el avión presidencial. 

Supongamos que se vende en 150 millones de dólares (3 mil millones de pesos).

Supongamos que se consiguen comidas sanas, nutritivas a un precio sumamente económico. En promedio $45 pesos para la comida, $35 para el desayuno y $10 por cada cena. Eso da un total de $90 pesos por día por persona.

Supongamos que no hay costos asociados a los mismos, como sería traslado de los alimentos, gas para cocinarlos, etc. 

Supongamos que los 3 mil millones de pesos obtenidos por la venta del avión pasan directamente, sin disminución alguna, a comprar los alimentos. 

En principio, los 3 mil millones divididos entre 90 nos dan una cantidad de 33,333,333 personas que pudieran ser alimentadas tres veces al día. ¡Genial! Pero, si esa cantidad se divide al menos entre 184 días (del 1° de julio al 31 de diciembre), se pueden alimentar a 181,159 migrantes por lo que resta de este año… Recordemos que sólo en el primer trimestre entraron más de 300,000 migrantes.

Suponiendo que solo se tratara de los 144,000 migrantes ya contabilizados, el dinero sí que alcanzaría, pero el problema es que el número sigue creciendo. 

Si quisiéramos “estirar” el dinero de la supuesta venta del avión y se distribuyera para alimentar a los migrantes todo un año, este monto alcanzaría solamente para alimentar a 91,324 personas.

Vamos más allá. Ese dinero imaginario no alcanza para mantener adecuadamente a los migrantes en territorio nacional. Solo hemos calculado el costo de alimetarlos, pero existe también la necesidad de albergues (que cuenten, naturalmente, con instalaciones mínimas: catres, baños, espacios para ejercitarse, educación para los pequeños, servicios de salud e higiene para todos). Ello sin olvidar que en ambas fronteras, dado el clima, se requeriría aire acondicionado o ventilación especial por las altas temperaturas en verano y calefacción en invierno. 

Brazos no tan abiertos

México siempre ha recibido a los migrantes con los brazos abiertos. Les ha dado una oportunidad de trabajo y les ha acogido. A cambio, los migrantes muchas veces han hecho de México su primera patria y han echado raíces creando familias. 

El presidente Andrés Manuel dice que seguimos la misma política, sin embargo, el mandar a 6000 elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur, los brazos ya no parecen estar tan abiertos.

Tal vez, es lo único que se puede hacer, pues no hay forma ni presupuesto que pueda dar cabida a tal cantidad de personas y mantenerlas en un estado óptimo. Sin olvidar, que los propios mexicanos que viven en las regiones donde se concentran los migrantes sufren por el desempleo.

Mientras tanto, no nos engañemos. Quedan menos de 30 días del plazo que nos dio Trump. Tenemos a los migrantes, pero no el dinero de una venta que NO se ha dado. El país enfrenta una crisis humanitaria que aún no dimensionamos, y en lugar de hacer presupuestos y proyecciones, se presentan cuentas alegres imposibles de cumplir. 

Como desafortunadamente, aquí no veremos el milagro de la multiplicación de la comida (o del dinero) se solicita de manera urgente ¡una calculadora para el secretario de Hacienda y para el presidente, por favor!