Los pilotos la llaman V1, esto es, cito a Wikipedia, la velocidad máxima a la cual el piloto todavía puede detener la aeronave y abortar el despegue sin salirse de la pista.
Antes de que el avión alcance esa velocidad, si se presenta una falla el piloto puede abortar el despegue prácticamente sin problemas.
Pero, después de V1…
Si el avión ya ha superado en la pista esa velocidad, cualquiera que fuese la falla que presente (fuego, llanta rota, etcétera), por grave que sea la situación el avión debe despegar, necesariamente debe irse al aire para regresar al aeropuerto para un aterrizaje de emergencia.
Si el avión ha rebasado la V1 no puede abortar el despegue porque la pista se le acaba y es más peligroso tratar de quedarse en tierra que irse al aire con el aeroplano fallando.
La V1 depende de la pista, la altitud y la temperatura.
El “avión” panista llamado Josefina Vázquez Mota está a punto de llegar a la V1, es decir, de terminar de despegar hacia la consolidación de una candidatura que no parece destinada a la victoria.
El “avión” Vázquez Mota está fallando. Todo le sale mal, el tiempo ha pasado y, por sus errores, no solo no logra acercarse al líder en las encuestas, Enrique Peña Nieto, sino que, en algunos estudios, ha sido rebasada por Andrés Manuel López Obrador.
Como el “avión” Josefina se está incendiando, la disputa por la Presidencia de la República en 2012 parece empezar a ser un duelo entre dos, Peña Nieto y López Obrador.
El “piloto” del “avión” Vázquez Mota se llama Felipe Calderón. Este tipo, preocupado, sabe que se acerca la V1. Es el debate de mañana domingo.
Si el debate no corrige las fallas de Josefina, Calderón deberá decidir si aborta el despegue de ese “avión” o si, a pesar de las errores y corriendo todos los riesgos, decide seguir adelante con tal proyecto.
¿Cómo podría Calderón abortar el “despegue” del “avión” Vázquez Mota que tantas fallas presenta?
Negociando ya con los líderes, sobre todo con Peña Nieto. ¿Negociar qué? Un final tranquilo de la campaña del mexiquense.
Todavía Calderón podría ofrecerle a Peña Nieto cierto apoyo que el priista tendría que pagar garantizándole una vida tranquila de ex presidente.
Calderón, hay que recordarlo, no está en posibilidades de negociar nada con López Obrador.
Pero si Calderón no aborta a tiempo el “despegue” del “avión” Josefina, cuando este se estrelle contra la realidad electoral nada podrá ofrecer al que gane la elección presidencial y, por lo mismo, quedará sin posibilidad de negociar nada.