Ahora sucede que los salarios son un requisito para garantizar la “justicia”.

El gremio de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se opone a las nuevas políticas de austeridad propuestas por Andrés Manuel López Obrador, virtual ganador a la presidencia de México en las recientes elecciones del presente año.

La imagen de los ministros dista mucho con el pueblo mexicano. Los ministros de la Suprema Corte encarnan el espíritu chavista de Venezuela, con su arrogancia, prepotencia del cacique que no quiere dejar chupar de los impuestos que pagan todos los mexicanos.

Los ministros de la Suprema Corte, buscan la confrontación y la división del pueblo mexicano. Ese mismo espíritu es el que se mueve en Venezuela-Chavista, la violencia del sistema institucional. Por ambición de cobrar 600.00 mil pesos cada mes más sus prestaciones, para ellos está por encima de la unidad nacional de México.

Para los ministros de la Suprema corte, no les importa la economía de México. No les interesa que el peso mexicano se devalúe o se deprecie, para ellos su democracia y autonomía institucional son sus cobros de 600.00 pesos más prestaciones.

El cacicazgo de los ministros no tiene llenadera en su ambición de exprimir la economía mexicana. A los ministros   no les interesa que mexicanas sus salarios sean de $8.00 pesos más 80.00 en total 88.00 pesos AL DIA. ¿Dónde está la Justicia de la Nación?

Hoy que el pueblo se lo demanda por medio de las elecciones legítimas del nuevo y próximo presidente de México; Licenciado Andrés Manuel López Obrador. Los ministros se oponen a las nuevas políticas del nuevo régimen económico y social.

La confrontación y la violencia de los ministros contra el pueblo de México y el próximo gobierno son falta de respeto y responsabilidad cívica, social, política y económica. A ellos se les responsabiliza cualquier inestabilidad social y económica que México padezca.

“Demorar la justicia es injusticia”–Landor.