Dos señales han desatado una lucha descarnada entre las tribus perredistas para adueñarse de la dirigencia de ese moribundo partido.

La primera señal es la de una inminente salida de la actual dirigente, Alejandra Barrales, ya muy desgastada por eventos como la desbandada de senadores del PRD a MORENA y la falta de apoyo de varias dirigencias regionales.

La segunda es el inesperado repunte que el PRD está teniendo en el Estado de México con la candidatura de Juan Velázquez, que se ha metido de lleno en la pelea por el tercer lugar de las preferencias electorales desplazando al PAN que hasta hoy es la segunda fuerza política en entidad clave para los números del 2018.

De inmediato se ha empezado a hablar de tres posibles sustitutos de Barrales.

Beatriz Mojica, representante de la impresentable corriente de Los Chuchos, Héctor Serrano, que sería la carta de Miguel Ángel Mancera y Rodrigo Gayosso, el hijastro del cuestionado gobernador morelense Graco Ramírez.

Serrano es el único de los tres mencionados al que no se le han señalado vínculos con el crimen organizado.

Pero el los otros dos tienen unos historiales tan negros que deberían ser investigados judicialmente.

El hijastro de Graco será objeto de una columna en este espacio la próxima semana.

Por ahora la que prende más focos rojos es Beatriz Mojica, la representante de Los Chuchos y del ex gobernador de Guerrero Ángel Heladio Aguirre, quien tuvo que renunciar a raíz de los lamentables acontecimientos de Iguala en los que desparecieron 43 normalistas de Ayotzinapa.

Aguirre Rivero tenía como pieza clave para el control regional de Guerrero a Beatriz Mojica, a quien nombró secretaria de desarrollo social.

Y en ese contubernio se incubaron ligas con el crimen organizado, muertes y desapariciones que dejaron a Guerrero con el mayor saldo de víctimas en los 10 años de gobiernos perredistas. (2005-2015)

El Partido de la Revolución Democrática en Guerrero es una franquicia al servicio de intereses oscuros     desde Zeferino Torreblanca Galindo, Ángel Aguirre Rivero hasta Rogelio Ortega Martínez.

La protección de esos intereses propició que 25 políticos, 18 periodistas, 2 normalistas fueran asesinados y desaparecidos los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala.

La sangre del PRD en Guerrero, según lo confirman declaraciones del senador Armando Ríos Píter, ahora independiente, quien hace más de un año se negó a pactar la impunidad con el ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, a cambio de la candidatura a gobernador.

A Beatriz Mojica Morga la impusieron los Chuchos de Nueva Izquierda y Aguirre Rivero.

Son los mismos que ahora realizan una en una cínica y desacreditada campaña pidiendo “justicia para sus muertos”.

Pero no para las miles de víctimas que sus nefastos gobiernos dejaron en el camino.

Pero contra la historia no pueden los Chuchos del PRD y Beatriz Mojica.

Es bien sabido que entre los años 2005 y 2015, los gobiernos estatales y municipales perredistas han sido cómplices de grupos delictivos, como lo manifestó el informe de Tlachinollan, “Pueblo Indignado. Resistir con el corazón por delante".

En Guerrero, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), se puede observar que la guerra protagonizada por el narcotráfico y por las fuerzas de seguridad del Estado dejó un saldo de 16 mil 359 víctimas en un periodo que va del 2005 al 2015.

En 2005 el INEGI registró 589 homicidios en el estado.

Pero para el 2012, año en que la violencia desquició Guerrero, reportó 2 mil 348 homicidios, es decir, que el número de los homicidios aumentó en un 398 por ciento.

 

Conforme se acerca el proceso de investigación judicial contra los ex gobernadores Ángel Heladio Aguirre Rivero y Salvador Rogelio Ortega Martínez, por la falta de pagos del ISR a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; el abultado expediente de obras inconclusas, el desvío de recursos y probables delitos de lavado de dinero, se considera que el PRD, e incluso algunos de los nuevos integrantes guerrerenses de MORENA, pueden verse involucrados en la comisión de los delitos enumerados.

El desfalco de los dos administraciones pasadas de Guerrero asciende a, por lo menos, 35 mil millones de pesos.

La historia negra de Los Chuchos en Guerrero es larga y está bañada en sangre.

Mañana documentaremos los rasgos más violentos de esa decena sangrienta que vivió Guerrero del 2005 al 2015.