Una periodista es asesinada en Veracruz, la impunidad impera, el asombro de una población acostumbrada a recibir malas noticias reluce por su ausencia. Las autoridades hablan de lugares comunes. De antemano y por desgracia Regina no recibirá justicia.

 

Un presidente estólido señala que no hay “viabilidad” para estrategias contra el crimen diferentes a la suya, la esquizofrenia lo invade, finalmente es la ilegitimidad quién lo convoca. Llegó por la puerta de atrás y por ahí mismo se irá; con licencia para matar, solo la traición a la patria le quitaría la inmunidad ¿Acaso no es traición a la patria provocar 60 mil muertes en una lucha personal y legitimadora? ¿Acaso no es traición a la patria emplear el entreguismo exacerbado? ¿No lo es enriquecerse a costa del erario y burlar la ley de manera sistemática y permanente en perjuicio de los mexicanos? ¿No es traición a la patria vulnerar el más elemental sentido de un juramento constitucional? ¿No es traición a la patria haber cometido fraude electoral?

 

El duopolio televisivo desdeña la ley y por conveniencias y pactos políticos, no transmitirá a través de sus canales con mayor audiencia el debate presidencial. Salinas Pliego reta a la autoridad. Azcárraga pacta con su amigo cercano. La ley es un vicio que no pueden permitirse los amos y señores de los poderes fácticos. La responsabilidad social inherente a la concesión de que son titulares les es indiferente. Al fin: “El pueblo jodido nunca va a dejar de ser jodido…” (Emilio Azcárraga Milmo). “En México no hay democracia y espero que nunca la haya…” (Ricardo Salinas Pliego).

 

Un Instituto Federal Electoral que debe actuar de oficio en la fiscalización de las campañas presidenciales, arguye artificios legaloides y reemplaza la voluntad y representación popular por una argumentación esquiva. El proceso se hilvana viciado de origen. La judicialización será ingrediente. Derroches tricolores notorios e insultantes. Cinismo que atropella la más elemental congruencia y civilidad política.

 

El viejo partido pide un voto a favor del cambio, pero con mayoría en el congreso ha sido comparsa del panismo en los ultrajes a la nación, en los retrocesos, en la ineptitud legislativa.  Con mayoría en las gubernaturas, los estados donde gobierna soslayan la actuación de grupos criminales. Su candidato limitado evade debates. Sus seguidores afirman que es la misma estrategia que el candidato de la izquierda utilizó en 2006, es claro que ese argumento es limitado: 2012 no es 2006, EPN no es AMLO, los medios no están volcados contra el puntero ahora como en 2006, no hay guerra sucia contra el primero (eso que el PAN hace aparecer es sus spot no es más que la verdad a medias, esa campaña no es comparable con la demoledora, mentirosa y artera de 2006 en contra de AMLO). Peña Nieto no es limitado, Enrique es lo que es con todas sus letras.

 

El panismo se dice diferente. Con delincuentes en su campaña Josefina la misógina, eleva a rango doctrinal el error y la estulticia a cada paso. La población reprueba su demostrada ineptitud. Ella misma, representa su insufrible y muy limitada estatura intelectual y moral. Por decir lo menos. 

 

La oligarquía da muestras cada día más evidentes de su ansia brutal de poder, de su insatisfacción congénita, psicológica, anti social, retrógrada y enferma.

 

¿A dónde conduce este proceso de desorden y cinismo en la vida pública nacional? ¿Quién gana de la generación de incertidumbre entre la población? ¿Alberga México a un pueblo que ha caído en la estupidez negando su realidad y dando un voto masoquista a la derecha?

 

Censura mortal, esquizofrenia presidencial, oligarquía enferma, Enrique el limitado, Josefina la misógina, IFE violentado, duopolio retrograda… Ahí se debate México, entre la barbarie y quizá, una esperanza que avanza...