Este debate se ha dado en una innumerable cantidad de países donde otras naciones intervienen en la vida interna de los primeros. Suele ser en situaciones extraordinarias como son las dictaduras, la guerra, la hambruna, genocidio y otras condiciones en las que desde mi punto de vista solo con ayuda internacional el país afectado puede salir adelante.

México por décadas sufrió lo que Vargas Llosa denominó la dictadura perfecta, pues un partido único mantenía el poder simulando elecciones libres y siempre ganaba el candidato del partido hegemónico. Mientras la comunidad internacional se hacía de la vista gorda, los mexicanos sufrimos de represión, de violación a derechos humanos, falta de democracia, crisis económicas, etc.

Tuvieron que pasar 70 años para que la alternancia se diera en México y más de 80 años para que realmente llegara la oposición al poder de la mano de Andrés Manuel López Obrador. La comunidad internacional pudo intervenir muchas décadas antes y los mexicanos no hubiéramos sufrido grandes atentados como sucedió. Si bien México no tuvo dictaduras militares como sí sucedió en países como Brasil, Paraguay, Perú, Argentina, Venezuela y Chile. Nuestra historia reciente no fue un día de campo para nadie y mucho menos para la oposición.

 En un mundo cada vez más globalizado no podemos seguir con la postura no intervencionista y mucho menos dejar que el mismo pueblo en los países tengan que luchar solos ante la tiranía. En la izquierda se tiene una idea romántica de gobiernos populistas, dictaduras que hacen magia y logran lo imposible para sacar adelante a sus países provocando que se defienda a dictadores crueles que tienen en la miseria a su pueblo.

Fuimos testigos de la primavera árabe donde los mismos ciudadanos derribaron regímenes que tenían décadas sometido a sus gobiernos. ¿Por qué en ese momento los mexicanos si celebramos la nueva realidad de dichos países y no podemos celebrar la primavera venezolana? ¿Qué diferencia tiene uno de otro?

De los países que tuvieron gobiernos o dictaduras de izquierda en los últimos 20 años en América solo Bolivia tiene números verdes y tiene un proyecto a largo plazo con un crecimiento del PIB sostenido. Otra importante señal es que no solo muestra señales alentadoras, sino que ha disminuido la pobreza y los bolivianos ven en sus bolsillos la nueva realidad de su país. Sin embargo, países como Brasil, Ecuador, Paraguay, Argentina, Nicaragua cayeron en una profunda crisis que los tiene en condiciones terribles.

México tiene que tomar su lugar a nivel internacional como el referente de América en el mundo y tomar posicionamientos ante gobiernos que tienen a sus pueblos en vilo y que claramente no son una democracia y mucho menos respetan la voluntad de su pueblo, pues utilizan las elecciones como una herramienta para perpetrarse en el poder por tiempo indefinido.

¿Cómo vamos a apoyar gobiernos que realizan elecciones con dados cargados? ¿Cómo vamos a apoyar gobiernos emanados de elecciones fraudulentas en las que se amenazaba a la oposición incluso en el mismo día de las elecciones? ¿Tenemos que validar elecciones donde el gobierno interviene utilizando una maquinaria similar a la del PRI para embarazar casillas, cerrando aquellas casillas donde la oposición las lleva de ganar? En mi humilde opinión no es correcto.

Venezuela a finales de los años 90 era un ejemplo de país que tenía una vida democrática envidiable, un crecimiento económico sorprendente y con un aumento importante en inversión extranjera. Todo eso quedó destruido en tan solo una década debido a políticas económicas populistas y asistencialistas, promoviendo un proyecto político que solo era una teoría como fue el socialismo del siglo XXI.

Los países en la actualidad vivimos interconectados, ya no puede aislarse de los demás y sobrevivir, pues no hay nación que tenga todo lo necesarios como para salir adelante por sí mismos. Se necesita el comercio exterior, se necesitan tejer alianzas con otros gobiernos. Para poder convivir con otras naciones necesitamos cumplir ciertos requisitos y uno de los principales es vivir en democracia, con libertad de expresión, respetando los derechos humanos y teniendo finanzas sanas. De la misma manera los préstamos por parte de otros países o de organizaciones internacionales como el FMI y el BM vienen acompañados de una serie de requisitos, pues solo así pueden asegurar que ese dinero prestado será pagado de regreso.