No se necesitaba ser un experto político para percibir que AMLO ganaría en 2018, era una ola que difícilmente se podía detener, con toda una vida construyendo lo que hoy conocemos como la 4T.
Lo que sí sorprendió a muchos fue que la elección coleara, que llegara a pegar el efecto AMLO hasta los municipios.
AMLO no le ganó al PRI, AMLO le ganó a todos menos a uno. El único que le pudo hacer frente al efecto AMLO en su estado fue Enrique Alfaro, actual Gobernador de Jalisco, y no solo le pudo dar batalla sino que en Jalisco se dio el efecto Alfaro pintando una buena parte del estado de Jalisco de naranja con Movimiento Ciudadano.
A un año de podemos decir que hay pocos actores o casi nadie que sea una voz de contra peso del propio Presidente, casi todos los Gobernadores están bien alineados con la 4T, los partidos en general están súper debilitados y la población sigue divida en dos; los pro AMLO y los que no.
Esos que son los que no van con AMLO lo que único que necesitan son un líder para dar la batalla, así que a falta de y a una visión muy futurista es posible que quien pueda frenar la continuidad de la 4T en una cuestión de que trascienda sexenios sea Enrique Alfaro aglutinando a todos los opositores del actual Gobierno Federal. Así que es cuestión de esperar para ver si este escenario se genera.