Ayer, en El Financiero la aprobación de AMLO crecía 8 puntos en un solo mes, abril.

Hoy, sus editores dan la portada a pronósticos que plantean un panorama económico apocalíptico: “Ven caída del PIB de 14% en el segundo trimestre”, algo que por lo demás “implicará una caída histórica, y además se prevé que la recesión se prolongará hasta el primer trimestre de 2021”.

La economía puede caer eso o más todavía. No se necesita ser especialista del Banco de México o de ninguna otra institución, ni tampoco ser editor de El Financiero, para entenderlo. Literalmente todas las grandes economías del mundo están paralizadas. Nos ha golpeado un enemigo invisible al que solo podemos enfrentar dejando de ser productivos, esto es, en el aislamiento.

¿Vale la pena poner el acento en lo malo? Por los visto, la mala conciencia de El Financiero así lo ha decidido. Como su público en general cuestiona lo que hace la 4T, había que tranquilizarlo después de haber dado la mala noticia a los fanáticos de derecha de que el presidente de izquierda no solo no ha perdido apoyo en la crisis del coronavirius, sino que es todavía más popular.

No quieren entender que para superar la recesión lo fundamental es el liderazgo. ¿La economía se va a desplomar? No es noticia, con todos en casa es algo perfectamente natural. ¿Tenemos instrumentos para salir del problema? El más importante, sí: liderazgo. Lo demás podrá construirse en la medida en que se vaya necesitando.

Desde luego, un líder inteligente no descartará ninguna medida para salir del problema, ni siquiera las políticas económicas neoliberales o keynesianas o del tipo que sea, por más que hoy las rechace. Andrés Manuel, cuando la pandemia nos permita volver a la actividad, sabrá calcular y hará lo que tenga que hacer. Es un hombre inteligente, preparado, tal vez en ocasiones excesivamente partidario de una sola ideología, pero ante todo es pragmático.

Lo que tenga que hacer lo hará, y con el apoyo de la gente, que es lo verdaderamente relevante. Esta es la noticia, no la que ya conocemos de que la economía está en ceros. Pues sí, lo está, pero en todo el planeta. En México saldremos del hoyo, no tengamos ninguna duda.