Tan breve como es la situación será mi columna de esta semana, no hay mucho que comentar, no hay novedad pero es necesario recordárselo a la gente. Pues contrario a quienes asegurarían que el panismo está fuerte y unido en Aguascalientes, los hechos dicen lo contrario.

Regularmente para que un partido llegue fuerte a las elecciones venideras lo que se acostumbra es seleccionar un candidato de unidad, el elegido es uno de entre dos o máximo tres aspirantes y así los dos que no resultan elegidos se suman con su trabajo y seguidores al candidato del partido, y así hacen unidad para evitar rupturas al interior del partido -se supone así debería ser-, no obstante esto queda como mera suposición debido a que hay más de 5 aspirantes a la presidencia municipal de la capital y a la vez a la gubernatura del estado. Hay actualmente una guerra mediática entre los propios panistas, unos abarrotan de su publicidad las calles, tal es el caso de Rubén Camarillo que provocó un serio desgaste entre militantes, posteriormente Michaus y ahora Silvya Garfias, todos estos actores políticos jurarían una popularidad indiscutible en el estado, pero lo cierto es lo contrario, poca gente conoce su procedencia, su trabajo y hasta desconocen su existencia.

Es bien sabido que el ex gobernador Luis Armando Reynoso regresó al partido que lo llevó al gobierno del estado, y regresó asegurando su apoyo a Martin Orozco en su carrera por la gubernatura del estado, lo cual ha desatado una serie de ataques, acusaciones y movilización de medios con respecto al tema, lo chistoso es que Martin Orozco no ha dicho de su propia boca ni siquiera un ?gracias Luis?, no hay duda Luis Armando robó foro a todos y cada uno de los actores políticos panistas, hizo falta únicamente que Reynoso Femat se parara en el PAN para poner mudos a los políticos panistas y hacerle ruido a los medios de comunicación. No lo sé de cierto pero estas situaciones desestructuran al Acción Nacional en Aguascalientes y esto no beneficia al PRI, beneficia al ?bronco de Aguascalientes? a Gabriel Arellano Espinosa, que hoy por hoy está apuntado como el caballo negro, aquel caballo que nadie cree al inicio de la carrera que pueda ganar y que en la recta final pone nervioso a todos los apostadores, veremos en un futuro si así sucede.

Es solo mi sentir.