Los ingresos por la venta de hidrocarburos, por parte de Petróleos Mexicanos, (PEMEX), son de gran importancia para las finanzas públicas, del país, solamente para lo que respecta al presupuesto, de este año que está a punto de concluir, las ventas de la paraestatal representaron aproximadamente el 37% del total del presupuesto programable,  por lo que podemos afirmar que de cada 10 pesos que gasta el gobierno, en educación, salud, seguridad, etc. Casi 4 pesos provienen de la venta de los energéticos de la empresa petrolera.

El principal ingreso de PEMEX es la exportación de petróleo crudo y la forma que  tienen, los funcionarios de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público SHCP y  el Congreso de la Unión, para calcular los ingresos que se tendrán en el año y así poder  hacer la programación  presupuestal, es a través de un precio de referencia del hidrocarburo,  ya que los precios del crudo no se determinan, en el país sino que estos están sujetos a los vaivenes y especulaciones internacionales.  Para el 2012, este fue de 84.9 dólares por barril, cuando el precio real en promedio durante el año fue de más de 100 dólares el barril de crudo, este diferencial entre el precio de referencia y el precio real es lo que se conoce como el excedente petrolero.

Los ingresos petroleros del país durante el sexenio del presidente Felipe Calderón, aumentaron en un 69.8 % con respecto al sexenio de Vicente Fox, solamente en lo que respecta a  excedentes petroleros, el gobierno que acaba de concluir, se recibió aproximadamente 737 millones de pesos extras, a lo presupuestado lo que representa el 20% del presupuesto público federal del presente año.

Los excedentes petroleros por ley están etiquetados y se deben de utilizar de la siguiente manera:      

 ¿En qué se gastan los excedentes petroleros?

“De acuerdo a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), en su artículo 19, fracción 1, se señala que los excedentes de ingresos deberán destinarse, en primer término, a:

A compensar el incremento en el gasto no programable respecto del presupuestado, por concepto de participaciones;

A costo financiero, derivado de modificaciones en la tasa de interés o del tipo de cambio;

A adeudos de ejercicios fiscales anteriores...;

A atención de desastres naturales cuando el Fondo de Desastres a que se refiere el artículo 37 de esta Ley resulte insuficiente”

Los excedentes petroleros, sirven para compensar, el subsidio a las gasolinas, ya que actualmente, el 40% del consumo que se tiene en el país de los energéticos, son importadas y están sujetos a los precios internacionales, que son más altos que los precios en que se  vende al consumidor nacional, por eso el gobierno quiere disminuir este subsidio a través, de los famosos “gasolinazos” en donde cada mes se sube el precio de los hidrocarburos. Estos excedentes también son usados, para la acumulación de reservas internacionales y proteger la moneda de los vaivenes y especulaciones internacionales y también se gastan en otras cosas como en el gasto corriente.          

Los informes de la SHCP son poco claros, en lo que se refiere en que realmente se gastan el aumento de los ingresos petroleros y los excedentes. Lo que sí puede saberse es que en el sexenio que acaba de concluir este 1 de diciembre del presente año, de parte de los reportes de la SHCP, más del 70% fue destinado al pago de recursos humanos y contrataciones de bienes y servicios. Lo que en épocas de bonanza petrolera suele suponer la contratación de nuevo personal que, pese a que los ingresos sean menores, hay que mantener años posteriores, y el pago de primas y sobresueldos adicionales, sobre todo a altos cargos.

El aumento de los ingresos petroleros, lejos estuvieron de usarse como palanca del desarrollo económico del país, en el gobierno de Felipe Calderón, ya que este ingreso extraordinario, solo sirvió para aumentar subsecretarios, jefes unidad, directores generales adjuntos, directores y subdirectores de área, jefes de departamento y personal de enlace – que sumaron 1 mil 531 plazas- engrosaron la burocracia del Poder Ejecutivo Federal, solamente en los dos primeros años de su gobierno, esto revelado en el informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2008 dado a conocer por la Auditoria Superior de la Federación (ASF).

Solamente en 2008 había 85 mil 11 servidores públicos en puestos de mando y de enlace de las 18 secretarías de Estado, la presidencia de la República, la PGR y la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal gastaron 30 mil 894 millones de pesos del presupuesto anual, equivalente al 45% de los recursos que se ejercieron en toda la plantilla de empleados del Poder Ejecutivo federal de ese año.

En contraste del 2006 al 2008 se redujeron 5 mil 120 plazas de personal de apoyo, es decir de burocracia de bajos ingresos.

El despilfarro de los ingresos petroleros y dinero de los contribuyentes, no solo se da en la esfera de sueldos y salarios de la alta burocracia, también, lo podemos observar en el aumento del gasto en publicidad, compras superfluas en el sector público y otros gastos que se hicieron durante los últimos 6 años; un claro ejemplo de esto fue que durante el gobierno de Felipe Calderón, la presidencia de la República gasto 3,538 millones de pesos de más, esto representa 33.5% adicional al presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados. 

El aumento de los delegados sindicales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación,(SNTE) es decir profesores que están a las ordenes de la lideresa Elba Esther Gordillo y que no están al frente de un grupo en una aula escolar, han aumentado en número y percepciones salariales, actualmente hay 12 mil 467 delegados con sueldos arriba del promedio y que estos son cubiertos con el presupuesto asignado a la Secretaria de Educación Pública, solamente en el primer trimestre del 2011 se pagaron más 114 millones de pesos para estos empleados de la maestra Gordillo.

El nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto debe de aprovechar los ingresos y excedentes petroleros, para el desarrollo del país, en la creación de empleos y no dilapidar estos en gasto corriente, que aumenta la desigualdad y la pobreza.

PEMEX debe de modernizarse, no es justo que la principal empresa del país, tenga pasivos tan altos y esté sujeta a un régimen fiscal en donde el 58.1 % de las ventas del monopolio estatal sea absorbido por el fisco y no tenga derecho a impuestos diferidos, mientras que el monopolio privado de la industria panificadora, solo ponga el 2.6% sobre sus ventas y tenga millones de pesos en impuestos diferidos.