Investigadores  de la Universidad Técnica de Viena lograron digitalizar la información en el cerebro de un gusano Caenorhabditis elegans y transferirla a una computadora, donde la versión virtual fue capaz de aprender un nuevo truco sin tener que escribir una sola línea de código.

Al igual que la mayoría de los organismos simples, el cerebro del gusano reacciona a los estímulos, una habilidad que la versión virtual del gusano conservó y permitió a los científicos enseñarle una nueva tarea a través de un método conocido como “aprendizaje basado en el experimento y la recompensa”.

Los investigadores aprovecharon la respuesta al tacto del gusano para que reaccionará a un impulso externo, haciendo que mantuviera el equilibrio de un poste en posición vertical y estabilizando dependiendo de la inclinación que tomaba.

El equipo espera continuar con la investigación para explorar las formas en que la Inteligencia Artificial puede aprender nuevas habilidades sin la intervención de los seres humanos.

Con información de New Atlas.