Estados Unidos.- Breanne Fahs, profesor de la Universidad Estatal de Arizona, ofrece puntos extras a las estudiantes que dejen de rasurar sus piernas y axilas durante diez semanas; durante este período, las alumnas deberán llevar un diario con todos los detalles de vivir peludas. 

Ante la sorpresa de algunos e indignación de otros, Fahs argumenta que su objetivo es que los estudiantes reflexionen sobre las normas sociales respecto a los roles de género. 

También hay puntos extra para los estudiantes varones. Fahs se los otorga a los chicos que rasuren todo el vello corporal del cuello hasta la punta de los pies. 

Stephanie Robinson, una de las discípulas de Fahs, describió la experiencia como algo que "cambia la vida"

La joven estudiante, cuenta que al dejar crecer su vello sin control, la percepción de la gente a su alrededor comenzó a cambiar. Su madre estaba preocupada de que llegara al día de su boda y tuviera que usar un vestido blanco con sus axilas llenas de pelo. Pero lo más impactante fue darse cuenta que otros estudiantes y la gente en la calle le hacían caras de "fuchi". 

"Definitivamente el experimento me hizo darme cuenta de que si no te apegas a los estrictos roles de género que dicta la sociedad, tu cuerpo se vuelve territorio para el debate público", confesó Robinson. 

Trasciende que la norma social que indica que las mujeres deben ser lampiñas, data de los esfuerzos de la marca Gillete por ampliar su mercado de rasuradoras y otros implementos. Gillete comenzó una campaña contra hasta el entonces inofensivo vello corporal femenino en 1915; acusaron a las mujeres que lo portaban en las axilas de: feas, sucias y masculinas. 

Luego, en 1920, ampliaron la campaña a las piernas, destacando la suavidad que debían poseer. 

No obstante, antes de la Primera Guerra Mundial casi ninguna mujer se rasuraba las piernas, las cosas cambiaron poco a poco y en 1964, el 98 por ciento de las mujeres menores de 44 años, lo hacía

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En la actualidad se lucha por respetar las elecciones de las mujeres, en cualquier sentido, incluso sobre conservar o no su vello corporal. 

Con información de ThinkProgress