Amber Luke, es una joven de 24 años que nunca se sintió 100% feliz con su apariencia hasta que comenzó a tatuarse y se puso como objetivo cubrir toda la piel visible con dibujos en color negro. Sin embargo este largo y complejo procedimiento de belleza implica riesgos, igual que muchos otros.

Hace un tiempo, la joven se tatuó uno de los lugares menos comunes en los que se inyecta tinta: los globos oculares. Sin embargo, a pesar de que todo se hizo de la mejor forma posible, algo salió mal… no se puede olvidar que en donde haya una mano humana siempre puede haber errores.

El artista que se encargó de pintar de azul la parte blanca de los ojos de Amber presionó tan fuerte que tras finalizar el proceso, ella dejó de ver, se quedó ciega. Luego de tres semanas de vivir en la oscuridad, la joven recuperó la vista, pero ha admitido que en algunos momentos creyó que quedaría ciega para siempre.

"¡No me arrepiento!"

En una entrevista con Barcroft Media, la residente de Brisbane, Australia confesó que “no puede explicar” lo duro que fue tatuarse los ojos, pues además de la ceguera posterior, “el dolor era indescriptible”.

“Una vez que el ojo fue penetrado con la tinta, sentí que (el tatuador) tomó vidrios y los frotó en mi ojo” 

Amber Luke

Ahora, Amber está muy cerca de cumplir su objetivo de cubrir todo su piel con tatuajes y documenta todo el proceso en Instagram, donde se hace llamar “Dragón blanco de ojos azules” y tiene más de 154 mil seguidores.

La fotografías de Luke demuestran que tiene tatuados hasta los rincones más inusitados del cuerpo: la división entre las nalgas, los párpados, la pelvis, el interior de las orejas, las axilas, y la parte interna del labio inferior. También tiene lengua bífida.