Es cierto que deberíamos ser respetuosos con todas las personas que nos rodean y evitar a toda costa hablar a sus espaldas, pero hay ciertos casos en los que hay que tener aún más cuidado y ser todavía más sensatos pues de lo contrario, podría traernos graves consecuencias… Por ejemplo: ¡con el jefe!

Lo anterior le quedó muy claro a un Gustavo Monjes, un panadero argentino que pedió su trabajo por dejar de lado un detalle como este. Y es que, en lo que asegura fue un ataque de furia, guardó el contacto de su empleador con HDP en lugar de su nombre, y encima de todo, lo ventiló.

Aunque lo que está en nuestros celulares suele ser privado, el hombre se congratuló contando a sus compañeros de trabajo el poco decoroso detalle, sin embargo, un terrible error hizo que esto fuera más allá de la conversación, ya que sin darse cuenta, estaba grabando un audio de WhatsApp.

De acuerdo con su relato, acababa de grabar un mensaje de voz para el agraviado en donde trataba un asunto de índole laboral, pero un error en el manejo de su celular hizo que en lugar de enviarse, el audio continuara alimentándose. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando, exclamó ante sus compañeros: “Miren cómo tengo agendado al HDP (hijo de puta)”.

Poco después, le entró una llamada, la grabación se cortó y se envió. Obviamente, el contenido no agradó al destinatario que tomó la decisión de prescindir de los servicios del emisor.

El caso se hizo público porque el maestro del pan busca demandar a su expatrón: por lo que considera un despido injusto, y por no haber recibido las condiciones laborales que la ley exige, el hombre ahora busca una indemnización por parte de la empresa para la que trabajaba.