Confianza y rectitud, son dos cosas que todo policía debería inspirar en la ciudadanía, pero que de ninguna manera se cumplen en el caso de Matthew Luckhurst, un policía de Texas conocido por hacer bromas de mal gusto y abusivas, las cuales ahora lo tienen a punto de perder su empleo.
El motivo: decidió regalar un sándwich con excremento a una persona desamparada.
Dejó sandwich con excrementos de perro para personas sin hogar
Luckhurst se desempeñaba como oficial patrullero de bicicletas en el Departamento de Policía de San Antonio, en Estados Unidos. El 6 de mayo de 2016, él y otros dos oficiales estaban sacando a las personas sin hogar de un estacionamiento marcado con letreros de "No Traspaso”.
Según documentos de arbitraje, cuando Luckhurst y los oficiales pidieron a las personas que se retiraran, el primero notó basura que incluía excrementos de perro, condones, productos de higiene personal y una rebanada de pan.
El oficial decidió recoger las heces con la rebanada de pan y la colocó en un recipiente de comida, que dejó "muy cerca" de un hombre sin hogar que no abandonó el área y quien después recogió el contenedor, pero al olerlo decidió arrojarlo.
Fue despedido, pero un tecnicismo lo regresó a la Policía
Otro policía se enteró de ello y reprendió a Luckhurst, haciendo que regresara al estacionamiento para recoger el pan contaminado.
Por este acto, Matthew Luckhurst fue despedido, sin embargo, por un tecnicismo el agente recuperó su trabajo.
El susto le duró poco, pues ese mismo año decidió hacer otra broma pesada, esta vez en el único baño de mujeres de la Patrulla de Bicicletas.
Por pesada "broma" en baño de mujeres, otra vez perdería su trabajo
Según los informes, Luckhurst defecó en el inodoro y no le bajó a la palanca del agua, también, embarró una sustancia marrón, similar a las heces, en el escusado.
Esto le valió una suspensión indefinida que ahora intenta dejar sin efecto.
Según su abogado esto es altamente posible, ya que en los hechos participó otro agente que sólo fue suspendido por 30 días, lo que hace al castigo de Luckhurst excesivo.
Durante las declaraciones de apertura en el procedimiento de arbitraje, Logan Lewis, abogado de la ciudad, afirmó que Luckhurst no estaba arrepentido por sus acciones, pues había confesado y presumido sobre el incidente del baño.
"Estamos aquí hoy porque Matthew Luckhurst hostigó, degradó y degradó a sus colegas femeninas”.
Logan Lewis, abogado de la ciudad.
Mujer embarazada, su víctima
La primera testigo citada por la Ciudad fue Jessica Medrano, la oficial que entró en el baño lleno de heces, quien dijo al árbitro que estaba embarazada de ocho meses en ese momento y que necesitaba usar el baño con frecuencia.
También, recordó que solo había un baño disponible para las mujeres, así que al encontrarlo sucio quedó muy molesta.
Si Luckhurst apela con éxito la suspensión indefinida, podría ser reincorporado a la fuerza policial.
“Nadie lo quiere de regreso. No se le puede permitir regresar ”.
Logan Lewis, abogado de la ciudad.
Con información de kens5.com