El pasado septiembre se hizo pública en Facebook la historia de Catrina Raymundo, una mujer de 75 años cuya situación económica la orilló a dormir en las calles la pequeña localidad de Nebaj, en el municipio de Quiché, Guatemala. Pero según ella misma habría contado, las cosas no siempre fue así.

De acuerdo al relato de Alexander Cedillo Marcos, un pastor que encontró a la mujer acostada sobre una colchoneta en el asfalto, ella tuvo una casa y un terreno tiempo atrás, pero las cosas comenzaron a complicarse cuando decidió hipotecar sus pertenencias para reunir dinero y pagarle a una persona que ayudara a su hijo a cruzar la frontera de EU en busca de un buen trabajo.

Tiempo después de que su hijo partiera, Catrina recibió la llamada con la que él le confirmó que había llegado al país norteamericano; durante una temporada se comunicaba para decirle que no había trabajo y un día, no volvió a haber noticias; por lo tanto, no hubo quien ayudara a la mujer a pagar su deuda.

Los meses fueron pasando sin que ella pudiera ponerse al corriente, hasta que finalmente le confiscaron sus propiedades, lo que la orilló a vivir sola en la calle.

Hace tres años que Cedillo la habría encontrado y desde entonces comenzó a pedir que le ayudaran a construirle una casa digna a la anciana, pero se encontró tanto con la negativa de algunos, como con falsas promesas de otros. No fue hasta hace algunas semanas que el caso se hizo viral y la gente comenzó a donar dinero para la obra.

Hoy la casa de Catrina se está construyendo, aunque el pastor asegura que aún falta mucho por recaudar para poder terminar la vivienda.

Por lo que puede verse en sus redes sociales, Cedillo no sólo está ayudando a Catrina, cotidianamente trabaja junto con otras personas de su comunidad para llevar ropa y alimentos a las familias menos favorecidas de la zona.