De acuerdo a las autoridades japonesas, Mao Sugiyama, quien se identifica como “asexual” cometió el extraño acto para atraer la atención a las minorías sexuales.

El hombre, quien se sometió a una castración completa en marzo, mantuvo su pene y sus testículos congelados hasta el 13 de julio, cuando los sirvió en una cena.

20 mil yenes, cerca de 3500 pesos, fueron pagados por los comensales para disfrutar de los que fueran los órganos reproductivos de Sugiyama.

El dinero fue utilizado para pagar los gastos de su castración.

De acuerdo a quienes disfrutaron del “manjar” el pene era “de goma”, el escroto “correoso”, los testículos “duros en el exterior” y “pegajoso” en el centro.