Cuando la educación de los animales supera por mucho a la de los humanos.
Ya se merecían una buena nota los amantes de los gatos. En esta ocasión les presentamos a esta hermosura, que usa su pata para golpear un candado y de esta forma avisar que ya llegó.
El felino espera con paciencia a que sus dueños aparezcan y lo dejen pasar, pero si esto no sucede, vuelve estirarse para tocar.
Ya sea que sus propietarios lo hayan adiestrado o él haya aprendido solo, no deja de sorprender la forma en que actúa. No podemos de amor.