El pasado sábado 23 de mayo, la modelo Shirley Arica asistió a una fiesta celebrada en un domicilio particular de la ciudad de Callao, en Perú. Su presencia en aquella celebración se hizo pública luego de que los vecinos llamaran a la policía.

Tras ser detenida por violar las medidas sanitarias implementadas para evitar el contagio comunitario de coronavirus, y negarse a ser examinada por el médico legista, así como a declarar, fue condenada a 15 meses de pena privativa de libertad suspendida.

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El Juzgado de Emergencia de la Corte Superior de Justicia del Callao dictó la sentencia para Arica y otras tres personas que también se encontraban en la reunión, luego de que permanecieran por dos días en la comisaría de La Perla.

Así, en menos de 48 horas, dicho juzgado declaró "incoación de proceso inmediato" contra la modelo de 27 años, una sentencia solicitada por la fiscal provincial Olga Ochoa Casas, del Cuarto Despacho de la Séptima Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Callao.

De acuerdo con la policía, en la vivienda se encontraron varias cajas de cerveza y whiksy, razón por la que tanto Shirley Arica como los otros tres acusados aceptaron los cargos con los que recibirán 90 días de multa y trabajos sociales, además de los 15 meses mencionados.

La audiencia se realizó el domingo 24 de mayo por la noche, cumpliendo las medidas sanitarias y utilizando las herramientas tecnológicas, conforme a los protocolos interinstitucionales vigentes de Perú. Luego de que los procesados aceptaran los cargos y se acogieron al proceso de terminación anticipada, el Ministerio Público impuso la pena.