Científicos de Estados Unidos lograron lo que hasta ahora sólo podíamos imaginar en las películas de ciencia ficción: crear un embrión que es parte ratón y parte humano.

Los autores de tal hazaña son investigadores de la Universidad de Buffalo y el Centro Integral de Cáncer Roswell Park, quienes lograron crear la primera quimera (mezcla de dos especies), con el 96 por ciento de células de ratón y el 4 por ciento de humano.

Los autores del estudio, publicado por la revista especializada Science Advances, destacaron que esta especie híbrida es la primera que alcanza tan elevada cantidad de células humanas en un animal, lo cual representa un gran avance con prometedores beneficios.

¿Cómo se realizó el estudio?

Los investigadores inyectaron de 10 a 12 células madre humanas a embriones de ratones en desarrollo, mismas que se transformaron en millones de células maduras en un periodo de 17 días. 

Jian Feng, profesor de Fisiología y Biofísica en la Universidad de Buffalo, y uno de los autores del estudio, destacó que en los embriones de ratón se pueden generar varios tipos de células humanas a mayor velocidad que en los humanos, pues alcanzar el mismo resultado obtenido habría tardado alrededor de dos meses.

Asimismo, el estudio destaca que por primera vez se logró crear una quimera con 4 por ciento de células humanas, lo que es un gran logro si se considera que estudios anteriores apenas habían alcanzado un 0.1 por ciento.

¿Qué beneficios traería este avance a los humanos?

De acuerdo con la investigación, este nuevo avance científico podría traer importantes beneficios a futuro en el ámbito de la salud, ya que la posibilidad de crear células humanas tan rápido ayudaría a realizar con mayor celeridad estudios para tratar enfermedades humanas como el Covid-19 y la malaria.

También, podría ayudar al desarrollo de órganos tan necesarios para muchas personas en espera de trasplantes, por lo que en entrevista con Cnn, Feng destacó:

“Estas observaciones sugieren que el mecanismo que especifica el tiempo de desarrollo puede cambiarse […] Con esta implicación habrá descubrimientos más dramáticos en el futuro”.

Jian Feng, autor del estudio.