En el camino de la defensa de los animales, a veces se toman caminos controvertidos no sólo porque involucran a otros seres humanos que pueden resultar afectados, sino porque en ocasiones los propios defendidos terminan siendo víctimas. Y es que las estrategias generalmente son poco planeadas o tienen resultados no previstos que nadie sabe cómo controlar.

A causa de una de estas maniobras que se llevó a cabo el pasado 1 de septiembre en la localidad Osona, en Cataluña, España por parte de un grupo de aproximadamente 50 animalistas, murieron aproximadamente 100 conejos en una granja, en contraste con sólo 14 que fueron rescatados.

Según informaron medios locales, el grupo mayormente formado por jóvenes, entró a la fuerza a una granja donde se criaban conejos con la intención de liberarlos de las supuestas malas condiciones en la que vivían bajo un propósito de explotación. En medio de forcejos entre granjeros y activistas, decena y media de estos animales habían sido extraídos del lugar asaltado.

Desafortunadamente y a pesar de que podría considerarse que la acción fue positiva, ha trascendido que el balance quedó en números rojos pues a causa del estrés y la violencia con que se dieron los hechos, habría muerto un centenar de conejos, la mayoría crías, hembras embarazadas y algunas de ellas a punto de parir.

Los propietarios de la granja informaron que procederían legalmente por invasión de propiedad privada y por la muerte de los animales que, según informaron sus veterinarios, habrían fallecido por falta del alimento maternos, en abortos espontáneos y por lesiones en la columna vertebral. Hasta el momento se desconoce sobre el estado de salud de los conejos separados de la granja.

Como parte de la polémica, en redes sociales circularon diversos videos tanto de la maniobra, como de los enfrentamientos entre granjeros y activistas.

Con información de La Vanguardia.