(Dedicado a Martín y Luna)
Hace poco una persona me preguntaba cómo le hacía yo para
mantener el equilibrio. He aquí la respuesta:
Antes de empezar tengo que delimitar lo que es un
problema. Desde mi perspectiva, existen tres clases de problemas, los describo
a continuación:
1.- Problemas irreversibles: en estos podemos encontrar situaciones
fuera de nuestro alcance, es decir, circunstancias que no dependen de nosotros
para solucionarlas. Una de ellas puede ser la muerte de alguien que amamos,
accidentes o situaciones en las que no podemos dar marcha atrás y solo podemos
aceptar y aprender a vivir con esa circunstancia.
2.- Problemas previsibles: estos son los que podemos
evitar, es cuestión que hagamos uso de nuestra inteligencia, razón y memoria,
para evitarlos; antes de que se conviertan en una experiencia amarga o
dolorosa.
3.- Problemas inminentes: estos pueden ser producto de
algún error, propio o ajeno, suelen tener solución, pero no siempre ésta es
inmediata. En ocasiones es necesario tomar una decisión para poder resolverlos,
en otras debemos esperar para poder mirar con más claridad el problema y de
éste modo resolverlo.
Una vez que tenemos asentados los problemas es importante
que sepamos las reglas internas, sociales y sexuales para poder actuar
positivamente:
Internas o individuales: estas reglas son marcadas a
partir de nuestras necesidades y deseos, normalmente nosotros las elegimos o
nos las enseñan. Es importante que ajustemos la enseñanza de éstas reglas a
nosotros, para poder evitar de este modo la frustración. También es importante
que sigamos estas reglas a partir del auto-respeto. Cada quien debe marcar los
límites hacia el medio social en el que se desenvuelve, pero también es
importante saber en qué momento cambiar estos límites, pues nuestra brújula suelen
ser nuestros sentimientos y estos deben estar siempre en un margen agradable,
es decir "mientras nos sintamos bien". Cuando algo nos molesta es porque "algo"
anda mal, en nuestros límites y nuestros deseos.
Sociales: Aquí es importante que sepamos que vivimos en
un medio ambiente social. Cada quien elige el tipo de sociedad que requiere
para sentirse bien, en este sentido podemos tomar en cuenta las reglas de
comportamiento comunes, más las que se adhieren a nuestra sociedad adyacente;
es decir, a donde fueres haz lo que vieres, siempre y cuando esto te agrade o
te guste.
Sexuales: Las reglas sexuales son sencillas, respetando
las dos reglas anteriores. Tenemos que tomar en cuenta, que te guste, que te
sientas bien al hacerlo, que estés de acuerdo con todas las experiencias que
vivías en tu sexualidad y que las partes que intervengan en el acto sexual se
sientan del mismo modo, a gusto y seguros de que se encuentran bien al hacerlo,
la idea es sentir placer. Lastimar a otra persona tarde o temprano termina
lastimándonos a nosotros.
Una vez que tenemos esto asentado, lo demás depende de
nuestras elecciones. Es decir, en la vida todos tenemos problemas, unos más
otros menos, algunos se pueden resolver otros no. No tiene caso que nos
destripemos el alma llorando por algo que no podemos cambiar o que nos
torturemos pensando que entre más dolor sintamos, más buenos somos, porque es
falso. El ser humano debe aprender a vivir el dolor y el placer en equilibrio,
respetándose a sí mismo y respetando a los demás.
Los principios a seguir desde mi perspectiva son:
No apegarte a nada, pues tiendes a morir. Por lo tanto
tarde o temprano, eso que crees tuyo se irá; no tiene caso que llores toda la
vida, porque ni así regresa.
No te sugiero que te aferres a una idea o concepto. En el
mundo de lo mutable todo cambia y si no estás dispuesto a cambiar con el mundo
seguramente te quedarás tirado llorando por lo que ha cambiado; es decir, por todo.
No asumas lo que no es. Antes de asumir algo pregunta, a
veces damos por hecho que algo es de algún modo; nuestra visión es limitada
siempre, de tal manera que es mejor preguntarle al otro lo que ve, para poder
tener diferentes perspectivas y de éste modo encontrar un concepto más amplio
pero tomando en cuenta que sí se parecen las dos visiones no implica que sea la
verdad de lo que se ve.
No todo es tuyo, pero sí mereces todo lo que deseas. Una
de las principales frustraciones parten de lo que deseamos y no podemos
obtener, aprende a ser feliz con lo que tienes primero, pero nunca dejes de
desear y trabajar por algo; sabiendo que no siempre obtendrás exactamente lo
que deseas, a veces lograrás algo mejor.
La verdad es importante, pero más cuando te la cuentas tú,
para ti (valga la redundancia); es decir, puedes engañar al mundo entero; pero
a ti, nunca.
Recuerda siempre que tus herramientas son: la razón, los
sentimientos, la comunicación, el respeto, la empatía, la sonrisa, la
negociación, el amor y la amistad. No es lo mismo tus sentimientos y tus
emociones, pues las segundas pueden dominar a la primera y esto te puede
destruir. Vivir bien implica ser feliz; para logarlo, tu voluntad y actitud
está en juego. Así que analiza y juega a vivir, vive a jugar y disfruta el
proceso. A veces vas a perder y te va a doler, pero sábete que en cualquier
momento, vas a ganar y entonces, no te olvides de gozar.
Mi último consejo es: Solo "tú eres el arquitecto de tu
propio destino", nadie puede tomar decisiones por ti, a menos que tú se lo
permitas; nadie te hace enojar, tú eliges enojarte. "Conócete a ti mismo y
conocerás el universo".