¿Ustedes le dejarían su celular a un
desconocido? Puedo imaginarme un no genérico. Ahora bien, dejarían su Lap top o
su blackberry en manos de... digamos, el chofer de un tráiler o imagínense esta:
estás en la cola de las tortillas y le dices al de enfrente: "Oiga le encargo mi cartera, voy mientras a la tienda". Todo esto suena incongruente para la mayoría.Casi puedo imaginarlos pensandobarbaridades de mí: ya se le zafó el tornillo; ya la perdimos; lo sabía, tarde otemprano diría incongruencias; claro que no dudo quien piense que tengo algunostequilas encima; la verdad es que no tomo.Les voy a contar por qué tanto absurdo, esun hecho que dejar un lápiz en manos de algún desconocido, es no volver a verlo.Todo esto comenzó un día en que observé aun perrito callejero. Todos los miércoles, puntualmente asistía a comer huesosa un puesto de carnitas. Felizmente el perrito caminaba un par de kilómetrosporque sabía que un gran banquete le esperaba. Lo curioso era que para llegar aeste lugar, el perrito atravesaba la calle más peligrosa de ésta zona. Entoncesmi curiosidad que es terrible, me traicionó y lo seguí; lo pude ver caminar felizmentearriba del puente peatonal para atravesar esta calle. Mientras la escena debajode este puente era absurda: un carro casi atropella a una persona que seatravesó a la "Viva México".Entonces comencé a observar; gentecaminando debajo de las banquetas; jovenes y niños caminando al lado de loscoches; mujeres que antes de mirar si venían coches, bajaban las carriolas de labanqueta; en fin. Escena tras escena, en donde se la "juegan" evitando lafatiga de subir un puente o ponerse el cinturón, las mamás caminan con los niñosa más de un metro de ellos (al fin que a los niños nunca se les ocurre salirdisparados corriendo, sin mirar si están arriba o debajo de la banqueta y quepeligros hay alrededor).Muchos de los accidentes suceden por noprevenirlos, por pensar que podemos ser más hábiles que el resto, incluso alconducir, se exponen y exponen a otros, pretendiendo ser más hábiles, si acasoalgún conductor distraído que no esté atento al camino o a que alguien más no midacorrectamente un movimiento y ocasione un choque.Yo me pregunto: ¿Para qué demostrar a losdemás que somos más hábiles? ¿Para qué exponerte a no regresar a tu casa? ¿Paraqué confiarle tu vida a otra persona? ¿Qué no es mejor pensar que el otro sepuede equivocar lamentable e irreversiblemente, generando una tragedia quepodría evitarse?Claro que como dicen, cuando te toca aunquete quites y cuando no te toca, aun que te pongas. Pero me pregunto, a cuantosles ha tocado y pensamos que no era su tiempo de morir o cuantas personassufrieron pérdidas, cuando éstas se pudieron evitar.Yo digo, si cuidas tu celular, tu dinero ytus cosas, de que te lo rompan o roben, ¿costará más trabajo cuidar tu vidacomo a tu celular?No confíes a nadie tu vida, cuídala como sifuera la única que tienes, recuerda que tus dedos, tus manos, tus piernas novuelven a crecer, sin lugar a duda existen accidentes terribles e inevitables,pero los evitables. ¿Por qué exponernos a que nos sucedan?