Este texto es de protesta, el trovador hace canto de protesta yo me atrevo a hacer un hermoso texto de protesta, para que resuene en el ciberespacio:
Una hoja en blanco, es el mayor misterio para un escritor. Contemplar la hoja, pensar con que llenarla, tal vez una historia, algún cuento, una anécdota, algún texto filosófico, alguna remota ciudad con héroes extraños y mágicos, alguna enseñanza.
En la clase de pintura de mi hija (que alcancé a contemplar el día de hoy gracias a que regresé una hora antes) el maestro le hablaba de las 7 reglas de un artista, pero como yo apenas alcanzo la "ar" de artista, pues solo puede conocer 2 de esas maravillosas reglas. En seguida se las cuento:
1.- El artista tiene que sentirse artista.
2.- El artista debe hacer lo que quiere respecto a su trabajo.
Cuando comencé a escribir mis columnas, no sabía qué temas debía manejar o mejor dicho, no sabía de qué escribir, así que comencé a revisar otras columnas. Tonos serios, algunas narrativas, anécdotas tal vez. En fin, miraba los textos de otros autores y no sabía qué hacer. Preguntaba de qué escribir, miraba temas. Y me lancé, como lanzarme a un precipicio. ¿Cómo lo hago? No lo sé, en ocasiones comienzo con algún tema, en otros momentos con alguna historia y después con algún punto central, pero la mayoría de las veces, solo escribo por hacerlo.
Tomé mi mala ortografía, mi pésima gramática, mi miedo por ser quien soy y decir qué soy y las guardé en un veliz debajo de mi cama. De pronto se quieren salir de ahí, pero no importa. Como dijo el maestro de mi hija, soy una mujer que se siente artista, que posee una cruel curiosidad por todo y que tiene mucho que decir, aunque a veces no diga nada y otras diga mucho.
El arte es el alimento del alma, a veces me pregunto por qué un artista puede ser tan solicitado en la vida de una persona y no hablo de un género, pero no conozco a nadie que viva sin arte, llámese música, literatura, danza, pintura, en fin. El ser humano tiene la interna necesidad de rodearse de arte. ¿Por qué? No lo sé, tal vez todos necesitamos sentir y no todos sabemos expresarlo, cuando alguien interpreta nuestras emociones, miedos, pensamientos, ideas, sueños, enfados; nos volvemos hacia ese artista y vamos a su lado, contemplando y volviéndolo hacer, dentro y fuera de nosotros, como si quisiéramos formar parte de ese arte. Cada quien se identifica con un artista a partir de su visión de la vida. Y eso nos tranquiliza, el dolor ya no es tan terrible cuando lloramos con "las de José Alfredo". Un hermoso paisaje toma otra vista cuando admiramos un Dalí. Y nuestros sueños danzan, cuando vemos bailar a los cisnes. Somos centros de emociones y estos tienen que serestimulados.
Digámosles a todos los políticos que conozcamos que como humanos necesitamos arte para sentir que vivimos, es por eso que mi súplica es para que nutramos al arte. La guerra, las muertes, las injusticas y toda esa inmundicia, serían menos dolorosas si pudiéramos verla pisada por una nariz gigante en un Dalí o si escucháramos un canto de esperanza en Silvio Rodríguez.
Por eso hoy ruego, pido, suplico, imploro, exijo, reclamo, impongo, expongo, argumento, sueño, deseo, que este país se ¡atasque de arte! No sé si el arte resuelva un solo problema, pero si sé que nos vuelve más sensibles, nos permite volar y liberar todas esas emociones que llevamos dentro.
Hagamos una protesta y como tal aboquémonos al arte en nuestro tiempo libre, si no a realizarlo, sí a consumirlo. Y por favor únanse a mis ruegos. ¡Que suene esta columna! Como si subiéramos el altavoz en un concierto. Y exijamos al arte que nos alimente y eleve nuestras emociones y a todos los artistas que conozcamos ¡démosles una sacudida! ¡Un buen zape! En un tiempo de crisis como éste, necesitamos que dejen de papalotear y se pongan a plasmar sus papalotes, para que nos permitan soñar.