Hoy estamos en la era de la tecnología, nuestros dedos y muñecas están ya adaptados al teclado de la computadora.

Nos es muy difícil ya adaptar nuestra vida a vivir sin la tecnología, el teléfono, la televisión, el horno de microondas, los celulares. Ahora ya no sabemos qué hacer si no contamos con la red. Los sitios de internet están abarrotados de personas que necesitan el internet.

Existimos personas que no solo necesitamos el internet, nos es indispensable este medio para sobrevivir. Nuestro trabajo, nuestra escuela; un alto porcentaje de nuestra vida está basada en las redes. Estamos ya habituados a necesitar cualquier dato y recurrir en automático a Google que por cierto sabe corregir nuestra ortografía, es una herramienta que nos entiende.

Incluso nuestras diversiones están basadas en la red. La granjita en Facebook y aplicaciones como esa, nos permite la convivencia familiar: "Hermana necesito ladrillos para construir, mándame unos pls". "Listo hermana están enviados, besos". O comunicarnos con nuestra familia en MSN, Twitter, Facebook. De una computadora a otra podemos ver como la familia se habla para pedir que le pasen la sal en la mesa. O para avisar que ya está la comida. Nos podemos estar sonriendo ahora mismo, porque tal vez ya entre nuestra familia, usamos el celular para mandarle un mensaje a nuestra mamá desde la comodidad de nuestra cama: "Si bajas por agua, pls me traes a mí".

¿Podemos pensar que somos dependientes de la tecnología? Podría afirmarlo. Evidentemente no todas las personas tienen acceso a estos medios o posibilidades, pero los que tenemos el acceso nos volvemos cada vez más dependientes, incluso conozco personas que autorizan ser despertados, pues su trabajo requiere mantener una constante comunicación con las redes y las tecnologías y a cualquier hora pueden estar "conectados" haciendo cualquier cosa que su trabajo o estudio requiera.

¿Pero qué pasa cuando alguna de estas útiles herramientas se descompone? ¡El caos total! Las pérdidas tanto económicas, como intelectuales, incluso emocionales pueden ser graves. Podemos reírnos de la angustia que se siente un corte de luz duradero, existe un nerviosismo terrible, pensamos en todo lo que no podemos hacer, pero también nos sentimos sorprendidos porque podemos mantener una comunicación verdadera con la familia. Eso si en cuanto llega la luz, todos corren a su tele, a cargar el celular o encender la computadora.

Hoy que escribo este texto, mi computadora está fallando, una angustia terrible me recorre, cientos de preguntas asaltan a mi mente ¿Qué puedo hacer si se descompone mi computadora? Como haré para escribir, para enviar este texto, para hablar con la gente, para estudiar.

Es impresionante como nuestro esquema emotivo se encuentra conectado a la red. Puedes ver en los restaurantes a las personas que mantienen una sonrisa discreta enfrente de su computadora. Hoy en día ya no estamos solos con nuestros pensamientos, los twitteamos y en poco tiempo vemos la respuesta a ellos, personas que en ese mismo segundo piensan lo mismo o se identifican le dan RT a los pensamientos.

Una cosa es cierta, la sociedad está cambiando gracias a estos medios. Antes del internet las televisoras acaparaban los hogares, ahora gracias a la "Red" la televisión tiende a ser el "segundo frente". En mi caso es obsoleta, podría estar un día entero sin verla. Gracias al internet he conocido personas hermosas, que me han ayudado, que me brindan su confianza y amistad en todo momento. Hoy podemos ver como el uso de internet también ha generado uniones y desuniones en las parejas. La sociedad cambia vertiginosamente gracias a las "Redes sociales" hoy las grandes empresas televisoras se encuentran aterradas ante el poderío que puede tener Twitter o Facebook, les es sumamente complejo ocultar información, pueden coaccionar un medio de comunicación, pero como hacerlo a cientos o tal vez miles de personas que en fracciones de minutos expanden noticias que se proyectan a la sociedad. Algunas veces enviando noticias falsas, otras sacando la verdad o ampliando la duda a las mentirasquelos medios de comunicación pactan con las organizaciones.

Esto ha puesto a trabajar a muchas brillantes cabezas, a periodistas a sostener debates en donde se especula respecto a este tema. Lo que es un hecho es que el poderío de las redes se está constituyendo, haciendo que la gente se involucre en todas las problemáticas del país y de la sociedad. Internet no es "el monstruo de las 3 cabezas", es un mega ejército de millones de cabezas que se conectan unas con otras. Y esto tiene a los monstruos de las cabezas sociales temblando. Hoy por hoy, las redes sociales son un medio, no siempre veras pero si rápido y accesible, mesa de debate multitudinaria para la opinión, no solo fabrica sueños, los realiza, conectándonos y hermanándonos. Haciéndonos depender cada día más y más en sus redes.

Pero ¿Quién no desea Twittear algún comentario en este momento de algo?