“Para manipular eficazmente a la gente es necesario hacer creer a todos, que nadie les manipula.”

JOHN KENNETH GALBRAITH

“Sé que no puedo dar un paso más hacia ti

Porque todo lo que me espera es lamento

¿No sabes qué ya no soy tu fantasma?

Perdiste el amor que más amaba…

Escuché que estás preguntando por todos lados

Si estoy en algún lugar para ser encontrada

Pero me he vuelto demasiado fuerte

Para volver a caer en tus brazos.”

CHRISTINA PERRI

No habrá consulta de revocación de mandato, aunque Andrés Manuel lo ofreciera desde la palestra pública por enésima ocasión para su discusión el pasado lunes. ¿Anhelo? No. Para regocijo de López Obrador, el más reciente distractor con el que ha envuelto nuevamente a la alicaída oposición.

Si bien el tabasqueño cumple con el anatema de engañar con la verdad, en este caso ha salido de su constante para desviar con una mentira. Una todavía más cara que la consulta popular y la cual le vuelve a dar siete meses para jugar, juzgar (sí, también eso) y desgastar a cualquier posible contrincante.

Lo que hará el presidente es erosionar a todos quienes piensan pueden ir contra él, tanto de la oposición como del mismo grupo en el poder, y nadie se ha dado cuenta que al final no impulsará la tan mentada consulta. Una formal, en todo caso.

Claro, el INE se perfila ya como culpable. Pero les garantizo que no será el único.

Y, bueno, todos están en aquello de analizar qué debe hacer la oposición y qué hará la 4T para asegurar buena participación y, obviamente, para que gane la NO revocación.

Mas AMLO encontrará la forma (las excusas) para no llevar a cabo el ejercicio. Una de ellas será desgarrarse las vestiduras y decir que al no realizarlo se ahorran una cantidad ingente de millones —economías que, como siempre, nunca vemos-. Eso, aunque la verdadera razón sea que Hacienda no tenga dinero que dar para una consulta, habiendo tantas apremiantes necesidades. Al Instituto Nacional Electoral mejor ni lo volteen a ver. En año en que no se celebrarán elecciones federales, no tiene ni un peso.

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Dirá también que, atendiendo la petición del pueblo, al ni siquiera lograr un 3% de personas para echar a andar normativamente la organización de la consulta de revocación, entiende a cabalidad que él no debe renunciar; si acaso, mejor le da la fuerza suficiente para buscar la reelección en el 2024. Así, poco importa si lo piensa o no, otra vez todo el mundo dedicará su energía en enfocarse en una batalla que nunca ocurrirá.

Él mismo ya lo anunció al lanzar el reto de que sus opositores se agrupen y llamen al pueblo a votar su salida. Sacó la puya de las elecciones de hace un mes, donde la oposición algo se coordinó y, si bien logró arrancar la mayoría absoluta a Morena, no le alcanzó el número que pensaba de diputados.

Seguir en el discurso de la consulta de revocación de mandato es jugar sus cartas; ver ocurrir una atolización absoluta del país, mientras él consigue por otros derroteros todo tipo de canonjías.

Jorge G. Castañeda, fue de los primeros en caer. Hoy, Héctor Aguilar Camín también. Los intelectuales consideran que la oposición debe unirse para lograr la revocación. No se dan cuenta que eso es lo que busca el tabasqueño; cansarlos, torearlos y que se desgasten en una batalla que no sucederá. Mientras ellos se enfocan en dicha cortina de humo, Andrés Manuel podrá concentrarse en cosas que la oposición debería encarar.

Cansa también al INE y pone a la población en contra del Instituto, pues, para poder llevar a cabo dicha consulta de forma seria, integral y sin urnas embarazadas —como las que hubo ahora en Veracruz a favor de la consulta de AMLO—, seguramente pedirán al Congreso un presupuesto mucho mayor a lo que se utilizó en la consulta recién pasada. Presupuesto que le será negado. Mas ello no evitará que el instituto electoral pase como “insensible”, “poco austero” y derrochador de recursos que no tenemos. Unos que naturalmente el INE tampoco tiene, aunque el presidente AMLO afirme lo contrario.

Ahora con la consulta pasada le fue fácil a la 4T culpar al INE de la poca afluencia en la votación. El pretexto es de tal tamaño que, en una autentica maroma circense, buscan solicitar un juicio político contra Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.

Porque más allá de las plañideras de la Cuarta Transformación gimiendo que la baja participación fue un desatino del INE, recordemos que la fecha de la consulta fue fijada por los legisladores del partido en el poder y la pregunta fue redactada en código por la Suprema Corte. Mientras el plazo de difusión fue puesto también por los diputados morenistas y las restricciones presupuestales tanto por el Congreso como por Hacienda. Así las cosas.

La 4T en modo bipolar en pleno. Por un lado claman que la consulta fue un éxito pero, por el otro, atacan al INE —que fue quien la organizó— por el fracaso…

Pero, bueno, nada nuevo. Ya los conocemos a los lopezobradoristas: poco importa si los argumentos carecen de sustento, ellos siempre tienen un enemigo y terminan siendo víctimas. El colmo: AMLO no votó en la consulta y se quejó de no poder hacerlo desde la costa nayarita, demostrando una vez más que se considera por encima de la ley.

Andrés Manuel debe de estar feliz en la forma en que ya funciona esta nueva cortina de humo y se regocijará con el hecho de que todo mundo pierda su tiempo en ella, al concentrarse en cómo llevarla a cabo. Tan es así, que el senador Ricardo Monreal (ávido del cariño presidencial) se adelantó a anunciar que presentará una iniciativa para expedir la ley federal de revocación de mandato y así poder regular el ejercicio de la consulta. Más tiempo perdido en debatir, ya lo verán ustedes.

Hay que aceptarlo, mientras AMLO logra que hablemos de sus ocurrencias, se deja de señalar lo mal que va el país. Con una economía estancada y una pandemia fuera de control.

Así que, en lugar de seguir discutiendo sobre una consulta que no sucederá en tiempo y forma, pidamos a los nuevos diputados que de una vez nieguen los recursos para ella. Nos ahorraríamos corajes y el chincual de estar discutiendo banalidades.