La semana pasada un fuerte sismo golpeo a Turquía y Siria, todavía siguen sacudidos por esto y según la experiencia de nosotros como mexicanos, así será por mucho tiempo. El sismo de 7.8 grados agarro desprevenidos a los habitantes de esa región. Existe una escala a la que llaman Mercalli donde se estima entre otras cosas el nivel de destrucción. Los grados van de 1 al 12 en números romanos. Lo de Turquía ronda el IX , considerado muy destructivo.
Mis amigos turcos
La vida me ha dado amigos y conocidos en muchas latitudes, una de ellas Turquía. En el momento que me enteré busque a mis amigos turcos para conocer como estaban. Ellos viven para el rumbo de Estambul, lejos de la zona donde pasó esta tragedia. Me dice una de ellas “Es duro aceptar que hay personas que mueren en el 2023 por causa de un sismo”. Le digo que es complicado estar preparado para eso y me responde que los edificios si pueden estar preparados. Después me dijo que el gobierno actual lleva 20 años cobrando un impuesto para sismos que al parecer no ha sido aplicado.
Según los números de mis amigos turcos fueron más de 10,000 edificios colapsados y más de 50,000 personas habitando esos edificios. Los números pudieran subir pues en la zona hay muchísimos refugiados sirios que tal vez no estén registrados. Además de esto, hay pueblos a los que no se puede llegar fácilmente por el clima y la falta de personal y equipo. Los sismos de 7.8 7 y 8 grados fueron en una zona de 300 kilómetros cuadrados y la fuerza del temblor se puede comparar a 550 bombas atómicas.
Erdogan
Los números oficiales cuentan ya 33,000 personas por lo que veo que mis amigos turcos no están muy lejos del cálculo de posibles víctimas. Imagine la imagen del presidente Racep Tayyip Erdogan con las elecciones cerca, seguramente devastada.
Erdogan aplicando la típica “no choque, me chocaron” está diciendo que los culpables de esta desgracia son los constructores dado a que no se cumplieron las políticas de construcción que ahora están siendo juzgadas como “bastante laxas” por la comunidad internacional. Las autoridades turcas están buscando “tapar el pozo” emitiendo al menos 150 ordenes de aprehensión a las personas que tienen que ver con la construcción de los edificios que colapsaron en el sismo del pasado lunes. Estas órdenes están desviando la atención de la gente hacia los constructores y contratistas en lugar de las autoridades que dieron los permisos de construcción sin revisar las obras. Algo que es común cuando pasan este tipo de sucesos en el mundo.
Todos estos movimientos, aunque ayudan pueden ser insuficientes para defender la imagen del presidente Erdogan. Seguramente, los turcos y sobre todo la oposición no olvidaran lo que paso y Erdogan tendrá unas elecciones complicadas con grandes posibilidades de perder.
Pasa el tiempo límite para sobrevivir
Después de una semana, la posibilidad de encontrar sobrevivientes disminuye y los rescates heroicos van quedando solo en rescate de personas que no pudieron sobrevivir desgraciadamente. Esperemos que los turcos no tengan historias inventadas de niños sobrevivientes en colegios mal construidos, el mundo ya no está para tanta mentira.
México y los rescates
Una patrulla de binomios caninos y humanos fue para Turquía buscando ayudar con la experiencia de rescate que se tiene en nuestro país. Los perritos de rescate entrenados para encontrar personas ya están allá y seguramente encontraran a algunos que han aguantado el peso de los escombros encima de ellos.
Uno de los perros que se fueron a ayudar a los turcos murió haciendo su trabajo. Proteo recibo su último adiós y los honores militares correspondientes a su labor de rescate. Esperemos que los demás binomios además de rescatar a muchas personas regresen con bien a nuestro país. Ojalá así sea…