El Tren Maya tiene detractores. Algunos, genuinamente preocupados por las consecuencias ambientales que puedan darse. La mayoría de ellos están movidos por intereses personales, de grupo, partidistas, de empresas. Y es muy fácil detectarlos cuando se hurga sólo un poco de su comportamiento frente al pasado de destrucción de la naturaleza, cuando no se manifestaron ya sea por indolencia o por beneficio. No obstante, la mayoría de los mexicanos quieren el Tren Maya; sobre todo, los habitantes del sur-sureste, la geografía natural del tren.

Yo soy tabasqueño. Así que interesado en el asunto, con antecedentes olmeca, maya, chontal, que conoce la región y la gente, y que ha hablado con mucha de ella, sabe que el Tren Maya es aceptado en el sur-sureste de México de forma abrumadora. Cualquier encuesta lo valida; independientemente de los argumentos del gobierno y opositores. El Tren Maya es algo querido, deseado por la gente de las comunidades, los pueblos, las ciudades, los Estados por donde transitará. Y no sólo por una cuestión de necesidad –creación de empleos, transportación más económica, negocios-, también, ¿por qué no?, por un deseo de conocer y hacer más suyo el entorno inmediato al cual milenariamente se pertenece. Hablé sobre el tema en 2018.

El Tren Maya significará el encuentro de la cultura milenaria con la civilización, es decir el tren como sinónimo del desarrollo humano. Sin civilización no podría haber cultura. Cualquier argumento en contra del tren, por encontrarlo invasivo o contaminante carece de respeto, pues incluso los antepasados tuvieron que influir sobre su medio para sobrevivir. Ante la existencia humana, un paraíso intocado es imposible (sólo entre los creyentes monoteístas de “vida después de la vida”); lo que sí es posible y obligatorio es cuidar, no abusar ni depredar la tierra que da cobijo temporal al hombre, la mujer y el resto de los animales. Y eso sólo es posible en democracia; es lo que debe preocupar a la humanidad y, en lo inmediato, a los mexicanos.

Más allá de simpatías o no, quien resume de manera magistral la cuestión del conflicto, la contradicción entre naturaleza y sociedad, es Álvaro García Linera, político de izquierda boliviano, vicepresidente de su país entre 2006 y 2019. Un marxista y guerrillero que al ser gobierno tuvo la exigencia de encontrar soluciones pragmáticas para su país. Y si hay un país que ha procurado un equilibrio entre hombre y naturaleza ese es Bolivia. Transcribo el fragmento de una entrevista:

“Hay que reivindicar el respeto a la madre tierra. Hay que obligarnos a imaginar nuevas tecnologías que no sean destructivas de la naturaleza. Pero eso no significa parálisis, eso no significa no generar riqueza; porque estaríamos atándonos de manos… Pobre, humilde, ¿qué te pide la gente? ‘Yo quiero mi agua potable, quiero luz eléctrica, quiero mi carretera, quiero mi telefonía, quiero que mi hijo vaya a un hospital’. ¡Eso te pide! Y tú no vas a decirle, un momento, esto destruye la naturaleza. ¡No puedes decirle eso! Eso es una locura. Muy bien, lo vamos a hacer de una manera, generando riqueza que no destruya irreversiblemente el entorno del medio ambiente, que luego nos va a afectar a los seres humanos también. Encontrar en esta tensión: riqueza/preservación de la naturaleza. Encontrar como el equilibrio de la contradicción, porque no tiene solución, no hay superación a la contradicción. Encontrar el escenario en el que generes riqueza colectiva, para bien común, para un uso distinto y a la vez preserves la reproducción de la estructura natural que te provee de esa riqueza”.

Magnífico mensaje dedicado a extremistas tanto de la derecha fascista como de la trasnochada izquierda marxista-leninista (y a veces estalinista), que en México ambicionan paralizar al gobierno actual y a todos los proyectos de obra pública.

El sureste apoya el tren maya

Ante la reciente embestida de intereses políticos y de “artistas” famosos al Tren Maya, la sociedad misma ha logrado contrarrestarlos con información y evidencias. Destaca el trabajo que se hace en redes sociales. También el gobierno buscó el testimonio de pobladores de la zona del tramo 5 del tren que grupos seudo-ambientalistas, incluyendo a Green Peace, quieren detener. En él se ve cómo lugareños testimonian que los cenotes están a salvo, a distancia considerable del paso del tren, de las consultas, de los beneficios, de los famosos, etcétera. Vale la pena verlo:

Otros testimonios

Para este artículo hablé con varias personas en general y artistas. Pedí su consideración sobre el Tren Maya y los beneficios tanto sociales como individuales que pudiera aportarles esta gran obra. Presento sólo algunos casos.

Tabasqueño en Mérida

Roberto Pérez Vidal y yo fuimos compañeros en la secundaria. La Federal No. 1 –hoy Jaime Torres Bodet- de Villahermosa, Tabasco. Donde estudió también el hoy presidente y obtuvo influencia cívica e histórica definitiva del profesor Rodolfo Lara Lagunas. Desde 2015, Roberto vive con su familia en Mérida, Yucatán, por cuestiones profesionales como contador público especializado en impuestos; así que conoce bien el tema del tren:

“Estoy acuerdo con el tren maya, y con todas las obras de nuestro gran presidente. Por fin un presidente voltea a ver al sur-sureste, que siempre fue explotado pero nunca invertían en esta zona. El tren maya será un medio de transporte masivo con tres servicios muy importantes: turístico, pasajeros y carga.

“En materia turística, salvo la Riviera Maya, la región está olvida. Un servicio de transporte masivo como el tren facilitará el traslado de turistas a zonas arqueológicas, balnearios, cascadas, ríos, lagunas, cenotes y áreas verdes tan hermosas como las hay en Chiapas y Tabasco. La derrama turística detonará la economía. Hoteles, restaurantes, tiendas artesanales, empleos con mejores sueldos; todo mundo ganará de manera directa e indirecta.

“El transporte de pasajeros permitirá desplazamiento más rápido y a menor costo, ¡hasta precios de los servicios de pasaje como ADO tendrán que bajar al tener un fuerte competidor! Siempre he querido viajar en tren, una vez quise hacerlo en el ‘Jarochito’, del Puerto de Veracruz; pero ya lo habían quitado. Mi otro plan era ir al norte, al Tren Chepe; ¡ahora lo tendré más cerca!

“Servicio de carga. Imagínate si no lo usaran todos los empresarios; por tren es mucho más barato. Es cuestión de que las cámaras empresariales aprovechen y planeen su futuro, y dejen de echarle tierra a esa magnífica obra.

“Por otro lado, no me explico cómo pueden decir que es un “ecocidio”, cuando hacer carreteras produce más contaminación y se talan más árboles. Y cuando han hecho las carreteras, ningún gobierno ha sembrado por lo menos la misma cantidad de árboles que tumbaron. Desde que tengo memoria, nunca lo he escuchado ni visto. Contaminan más los vehículos que transitan por una carretera que los trenes por las vías. Además, se está protegiendo a los animales. Se protege la cultura de los nativos, se fomenta sus lenguas, costumbres, artesanías. En fin, todo lo que nunca hicieron los anteriores presidentes”.

Grabadora del sureste

Zuly Safina es promotora cultural y creadora visual (grabado, cerámica, diseño artesanal) con actividades en Chiapas, Tabasco y Veracruz. Considera lo siguiente:

  1. El Tren Maya beneficiará económicamente a la zona y permitirá una movilidad relativamente más segura para el turismo extranjero y nacional.
  2. He escuchado buenos comentarios respecto al proyecto el tren. Con preocupaciones sobre el daño ambiental, pero en general los comentarios indican que podría mejorar la economía y también permitiría viajar con mayor frecuencia hacia las zonas turísticas, porque, sonará feo, pero la clase trabajadora, la clase baja, sólo viaja a esas zonas por trabajo y no por placer, irónico.
  3. Como artista y artesana me beneficiaría porque se abrirían nuevos puntos de exhibición, aumentando la probabilidad de venta de obra al tener presencia en zonas turísticas que antes no eran centrales. Un ejemplo del trabajo de Zuly:
Zuly Safina. “Gemelas”; collar en lirio acuático y barro rojo; 2022

Cantante mexicana en Escandinavia

Edith Tamayo es una cantante mexicana de música tradicional, folklórica y alternativa que después de iniciar estudios en México los concluiría en Suecia. Actualmente vive en Dinamarca y tiene actividad artística y cívica en la región; hablé de ella hace tiempo en una “Carta Escandinava”.

Tamayo responde enviando una argumentación en favor del Tren Maya:

“¿Eres uno esos ciudadanos que politizan cualquier proyecto sin informarte concienzudamente? México es el único país en el mundo donde un pequeño grupo de personas consideran al tren como un medio de transporte contaminante. Aquí va un resumen de emisiones de CO2 (dióxido de carbono, una de las principales causas del calentamiento global), según la Agencia Europea de Medio Ambiente.

“El más contaminante medio de transporte es el avión. Emite 285 gramos de CO2 por persona y kilómetro de media.

“En segundo y tercer lugar se encuentran vehículos que usamos a diario. Su producción de CO2 varía según tamaño y estado. Un camión llega a emitir en promedio 185 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro; casi tanto como un avión. Las motos, pese a pequeño volumen, emiten unos 75 gramos.

“El tren es el que causa menos impacto. Aunque no es totalmente limpia su energía y tiene emisiones contaminantes, el tren sólo produce unos 14 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro recorrido. Un viaje en tren de Londres a Madrid emitiría 43 kg de CO2 por pasajero. En cambio, en avión esta cifra sería de 118kg (o de 265kg si se incluyen emisiones que no sean CO2).

Gramos de CO2 por pasajero y kilómetro. Agencia Europea de Medio Ambiente.

Edith, como muchos artistas y ciudadanos mexicanos en Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, está expectante ante la posibilidad de recorrer la ruta maya en tren. Y no sólo como turista, también como una oportunidad profesional para artistas en verdad independientes.

Pintora del noroeste

Julieta Olalde es artista y docente. Trabaja en su taller particular en la creación de obra tanto pictórica como en vidrio y mosaico. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en México y el extranjero. Con estudios en La Esmeralda y la ENAP, actualmente vive y desarrolla su arte en Puerto Peñasco, Sonora. Comenta:

“No soy ambientalista, pero de acuerdo a lo que he leído y me he informado, el tren va a beneficiar muchísimo a la región, un gran avance. Va a traer desarrollo para los pueblos marginados. Estoy contenta con el tren y me dará mucho gusto conocerlo y viajar por ahí. Y no creo que López Obrador sea tan irresponsable como para no estar analizando el tema ambiental.

“Estamos de punta a punta del país y pareciera como que en nada nos beneficiaría el Tren Maya. Sin embargo, pienso que pudiera ser beneficioso, como un puente, para un intercambio de arte y cultura entre artistas del sureste y el noroeste”.

A Julieta le entusiasma la posibilidad de participar en andadores artísticos, jardines del arte u otras formas de exponer y potenciar la obra de los artistas en torno a las ciudades que recorra el Tren Maya. Dos ejemplos de su obra:

Julieta Olalde. “Caminando estas tierras”. Acrílico/Suela de botas; 2014.
Julieta Olalde. “Quisiera ser un pez”. Técnica mixta/Papel; 2008.

Quienes han tenido oportunidad de conocer sistemas de trenes en Norteamérica, pero sobre todo en Europa y Asia, saben de sus beneficios; no es sólo una cuestión “romántica”. Ya hablaremos en específico sobre la riqueza natural, arqueológica, gastronómica, artesanal y artística de la zona. Sin duda, el tiempo confirmará la magnificencia del gran proyecto cultural y civilizatorio que es el Tren Maya.

Héctor Palacio en Twitter: @NietzscheAristo