Antes de comenzar haré una aclaración: la opinión que esgrimo más adelante no es ni para golpetear a Andrés Manuel López Obrador, ni a la 4T; quiero simplemente hacer unas observaciones que me parecen pertinentes.

Como muchos sabrán, el 28 de marzo, casi a las 11:30 de la mañana, comenzó a circular tanto en redes sociales como en portales de noticias, información sobre una “supuesta” balacera en la Terminal 3 del Aeropuerto de Cancún.

Por supuesto seguí puntualmente toda la información que circuló. Inmediatamente salieron a flote las contradicciones propias de un evento en que hay caos e incertidumbre.

Sobre el particular quiero compartirles lo que pienso; un punto de vista basado en mi experiencia, y reconociendo que aunque no estuve presente en el lugar de los hechos, tengo mi propia lectura de lo acontecido. Por lo menos tres trabajadores, dos de rampa y uno de tráfico se comunicaron conmigo vía WhatsApp, mandando imágenes e informándome que los estaban evacuando de la Terminal 3 porque “según hubo balazos al interior del edificio terminal”. Posteriormente, salió un comunicado tripartita, de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, la Guardia Nacional y de Grupo ASUR -concesionario del aeropuerto-, diciendo:

“El Centro Operativo de Emergencias del Aeropuerto Internacional de Cancún informa que a las 11:23 de la mañana se decretó alerta de 3 por reporte de un incidente en el que se manejaron varias versiones de los que sucedía, se aplicaron los protocolos de seguridad establecidos para estos temas, reuniendo el COE y la AFAC, la Guardia Nacional, Secretaría de Marina y ASUR, entre otras autoridades para dar seguimiento a los acontecimientos e iniciar las investigaciones para encontrar las causas de lo que sucedió, no existiendo indicios de detonaciones de fuego o explosiones en ningún área del aeropuerto.

Las operaciones de la Terminal 3, fueron suspendidas momentáneamente para garantizar la seguridad de los pasajeros, misma que nunca estuvo en riesgo, reanudándose minutos después.

Los cuerpos de seguridad realizan en ese momento las investigaciones pertinentes para determinar la causa que provocó la alerta entre los pasajeros y usuarios.

En el momento que así sea, se informará de más datos de lo acontecido el día de hoy.”

Finalmente, de nueva cuenta en un comunicado tripartita nos dijeron que tres anuncios “tipo tótem” se había caído porque un pasajero los tiró por las prisas de abordar, y que el ruido había generado el pánico.

Esta es la versión oficial de cómo se dieron los eventos en la Terminal 3, pero conozco cómo funciona una terminal aeroportuaria y tengo que decir que el reporte de los hechos me deja dudas; les diré por qué:

Las terminales aéreas son monitoreadas en todo momento por cámaras de seguridad; la realidad es que se restablecieron las operaciones en dicha terminal hasta las 14:30 horas, y fue activado el Código Rojo, que es por presencia de “arma de fuego”. Me cuesta trabajo creer la versión oficial, que no se haya hecho público el video del momento en el que un pasajero “tira los tres anuncios publicitarios”; además ¿por qué evacuaron a todo el personal?, si están monitoreando por las cámaras, pueden observarlo todo con detalle.

Quiero ser muy enfática en este punto. Hace muchos años, en la Terminal 1 del AICM había una banda criminal que se dedicaba a “campanear” a aquellos que cambiaban sus dólares por pesos en las casas de cambio del Aeropuerto. Un compañero -cuyo nombre omito pero mis colegas sabrán perfectamente de quién hablo- llegó de vuelo y fue a una casa de cambio de las que están por los mostradores de las aerolíneas; miembros de esta banda lo siguieron hasta el estacionamiento de sobrecargos, y luego hasta su casa; cuando bajó a abrir la reja le dispararon y le robaron el dinero. El compañero murió en ese mismo momento. La banda fue descubierta porque la viuda -también sobrecargo- exigió los videos de ese día, y justo ahí se dieron cuenta de cómo los mismos sujetos que lo “campanearon”, lo siguieron incluso hasta salir de la terminal aérea en automóvil.

No entiendo por qué el Aeropuerto de Cancún no ha mostrado un video de los tres anuncios cayendo. Un hecho que genera preguntas, ¿a alguien le convenía generar caos?, ¿quién entró, o quién salió del aeropuerto en ese momento? La responsabilidad de la administración es de Grupo ASUR, quien en lo individual no ha dado la cara, y es el responsable de monitorear en todo momento sus terminales áreas.

Otro punto discutible es que los anuncios “Tipo Tótem”, precisamente están hechos para que el peso esté en el centro y sea prácticamente imposible derribarlos; además de que los anuncios que se vieron involucrados -según las fotografías disponibles- tienen 4 llantas en la base. Si un pasajero hubiera chocado con ellos, los hubiera empujado solamente; para derribarlos tendría que haber brincado hasta la parte superior y empujar con todas sus fuerzas para lograr tirar tres anuncios, pero inexplicablemente en las imágenes que comparte la Guardia Nacional, solo hay un anuncio tirado.

Permítaseme poner de ejemplo el caso tan famoso del 11 de septiembre de 2001: dos aviones impactaron las Torres Gemelas del World Trade Center, pero ¿por qué el edificio 7 del World Trade Center también se derrumbó? La historia oficial dijo: “La Torre Norte se desplomó, los escombros golpearon al 7 WTC, causando fuertes daños en la parte sur”, lo cual fue falso, muchos años después un ex agente de la CIA Malcom Howard, confesó haber estado involucrado en la “demolición controlada” de la Torre 7 del World Trade Center, el tercer edificio que fue destruido el 11 de septiembre de 2001.

Ustedes perdonen pero, la burra no era arisca, la hicieron los palos. Suelo desconfiar de todo, y más cuando las piezas del rompecabezas no encajan y resultan inverosímiles, ¿qué fue lo que realmente pasó ese día en la Terminal 3 del aeropuerto de Cancún?

No lo sabremos, a menos que ASUR decida mostrar el video del momento en que “caen los anuncios publicitarios”. Esa sería la mejor manera de tirar por el piso la hipótesis de que fue una cortina de humo para que alguien tenía que entrar o salir sin ser “registrado”. Entonces lo mejor era generar caos, obligando a la Guardia Civil a mantener el orden.

Para finalizar, cualquier persona que tenga nociones del funcionamiento de una terminal aérea se dio cuenta de la pésima aplicación del protocolo de protección civil de ASUR. ¿Por qué evacuaron a los pasajeros hacia las plataformas?, todos corriendo y gritando, y nadie puso orden; pudo suceder una verdadera tragedia, pero por una estampida humana y sin control. ASUR está a cargo de la familia Chico Pardo, personajes que no son “nuevos” en los temas de aviación. Sus nombres aparecen en muchas páginas de la historia de la industria aeronáutica de México… por ejemplo, junto al de Gastón Azcárraga, en el caso del fraude a Mexicana de Aviación.