Sonora Power

No puede pasar desapreciado en ningún nivel el hecho histórico de que nuestra moneda, el peso, hoy llamado con merecida razón “Súper Peso”, logró ganarle al dólar un 12 por ciento respecto a los niveles del arranque del sexenio.

Se trata de una situación que tiene pasmados a los críticos del presidente Andrés Manuel López Obrador y su visión de economía, tan es así que han pretendido callar al respecto, ocultar el dato, o bien hacer críticas absurdas y carentes de sustento.

Un peso fuerte, es el reflejo de una economía fuerte, gústele a quien le guste y moléstele al que usted quiera.

El milagro del peso, que ganó frente al dólar al nivel de haber roto el piso técnico y la barrera psicológica de 18 pesos por dólar, no es fortuito, se trata de un asunto que viene como consecuencia de una serie de factores y si bien es verdad que las altas tasas de interés con rendimientos del 11% son un atractivo para el capital especulativo, este no es el único elemento.

Al final del día México es visto como una economía sólida y apuesta segura, y ese factor le da mayor fuerza a la llegada de esos capitales que invierten en bonos del gobierno con la expectativa de obtener ganancias de casi el triple que en Estados Unidos, es decir si la perspectiva fuera algo artificial y momentáneo, esas inversiones no vendrían.

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De hecho las reservas internacionales del Banco de México en niveles arriba de los 200 mil millones de dólares representan una garantía de estabilidad. También lo es la disciplina fiscal del gobierno y la negativa de AMLO a contratar deuda.

Son elementos como la fuerte llegada de inversión extranjera directa (35 mil millones en 2022), el arribo masivo de turistas que vienen a gastar en dólares, la entrada de remesas en niveles históricos (más de 54 mil millones de dólares en 2022), los que se ha combinado con la entrada de capitales especulativos.

Pero también se trata de la inversión de recursos públicos en grandes proyectos de infraestructura como la Refinería Olmeca, el Tren Maya, el Transítsmico y El Plan Sonora.

Es por la ampliación del mercado interno a partir del dinamismo económico que esa medida imprime al país, además claro está de la derrama adicional que traen al país los programas de bienestar.

En pocas palabras el gobierno de México tiene en marcha de manera integral su plan de economía y este da resultados, en crecimiento, en confianza, en desarrollo y en captación de inversiones.

No verlo o no entenderlo es no entender de economía y desarrollo, y es que la visión de capitalismo clásico, muy a la Roosevelt y con fuertes toques de keynesianismo que ha impreso el presidente López Obrador a nuestro país, tiene como consecuencia lógica el crecimiento de los indicadores y una mejora también natural en la valoración de nuestra moneda en el exterior.

Claro, nadie, ni en sus sueños más salvajes, pensó que esto se fuera a traducir de inmediato en el hecho de que el peso es la moneda más fuerte del mundo solo después del dólar y que además de ganar posiciones frente a la divisa estadounidense, también comenzaría a ganar frente a otras divisas fuertes como el Euro que hoy está cerca de los 19 pesos la unidad.

El “Súper Peso” ha mostrado esa fortaleza, y es que más allá del 12% que representa haberle ganado 2 pesos y 44 centavos al dólar en este periodo (estaba a 20.41 el 1 de enero de 2018), ha logrado una resiliencia tal que por ejemplo fue capaz de regresar de niveles de los 26.50 en que llegó a cotizar el dólar en el peor momento de la crisis que provocó la pandemia.

Es decir que respecto al peor nivel histórico, hemos logrado al menos recuperar un 33% y aunque se dice fácil, la historia económica reciente del país, nos muestra que nunca ninguno de los gobiernos de la etapa neoliberal logró recuperar el valor de nuestra moneda ante una devaluación.

Ya conocemos los desastrosos resultados del gobierno de Miguel de la Madrid, que lo devaluó 2 mil por ciento, o el de Carlos Salinas o el de Ernesto Zedillo, que resultaron ser los peores conductores de la economía en tiempos turbulentos.

Para encontrar un momento en el que peso le haya ganado al dólar, tenemos que remontarnos 81 años en la historia, al gobierno de Manuel Ávila Camacho, que logró apreciar el peso en 3% frente al dólar en 1942 al calor de la Segunda Guerra Mundial.

Tendemos a olvidar pronto la gravedad de los hechos por los que acabamos de pasar hace un par de años, la pandemia de Covid-19 pudo representar con facilidad una nueva quiebra económica, sin embargo es la disciplina con que se ha manejado el gobierno lo que nos permitió el retorno.

Estoy seguro de que un gobierno de otro talante hubiese optado por contratar miles de millones de deuda para financiar la crisis de las empresas al calor del Covid, crisis que ya fue solventada con el crecimiento de la economía.

La trayectoria del Super Peso refleja eso, al final de cuentas nuestra economía sorprendió al mundo con un crecimiento del 3% en el 2022 y de acuerdo con los pronósticos, ese escenario podrá repetirse en 2023 y eventualmente tomar nuevos niveles de crecimiento en el 2024.

En conclusión, la historia del “Súper Peso” es la expresión de muchos milagros económicos que ocurren en México y esto nos tiene como la economía emergente del momento a nivel mundial.

Eso es lo que sin duda trae tan incomoda a la oposición, que quisiera ver fracasar a AMLO, sin entender que eso es apostarle en contra a nuestro país y a su economía y eso sería arruinar a la gente.

Quizá no comprenden que por ese tipo de actitudes es que los ciudadanos les han dado la espalda, por eso y por su ineptitud en el manejo de la economía.

Twitter @Demiandu | Correspondencia a demiandu1@me.com