Sonora Power
Importantes los acuerdos que se tomaron en la plenaria de la Comisión Sonora-Estados Unidos y Arizona-México, celebrada este fin de semana en Phoenix, la capital del ahora híper impulsado dentro de la industria tecnológica estado de Arizona.
Nuestro estado jugó anticipado y eso da una ventaja, estableció un esquema de asociación estratégica desde 1959 con Arizona, en aquel entonces los gobernadores Alvaro Obregón Tapia y Paul Fannin, que en esa época vieron la necesidad de establecer un vínculo entre dos entidades que de muchas maneras eran desdeñadas por los gobiernos centrales.
Ambas situadas muy lejos de la toma de decisiones y en condiciones de subdesarrollo respecto a la infraestructura y ventajas competitivas logradas por otras entidades.
En México es clásico el caso de Sonora por el abandono en que cayó el estado de parte de los gobiernos del PRI, que decidieron que las enormes ventajas competitivas que planteaba la entidad, en aquél tiempo con un sector agropecuario de los más tecnificados y al más fuerte productor minero, con frontera, un puerto de altura y una salida al Pacífico no eran lo suficientemente interesantes como para apostarle fuerte, justo por su lejanía del centro.
Después llegó la tragedia neoliberal, que buscó poner a todo el país en una suerte de venta de garaje y por lo tanto abandonar la infraestructura y sectores productivos a su suerte.
Sonora a pesar de todo logró mantenerse a flote en esa etapa, a partir de esas ventajas y de la visión de empresarios del ramo manufacturero y de agroindustria que se determinaron a subir y mantener la apuesta, a la par de que la firma automotriz Ford Motor Company se decidió en 1984 a desarrollar en la entidad uno de sus osados proyectos de manufactura “offshore”, lo que mantuvo a Sonora de muchas maneras a la vanguardia.
Lo que se creó en 1959 para estrechar lazos, y explorar colaboraciones en educación, salud, seguridad, turismo y promoción, rindió frutos y para empezar se comenzó a crear un lazo indivisible entre ambas entidades, que partió de la lógica de que los sonorenses comprábamos (creo lo seguimos haciendo) todo en el comercio del sur de Arizona.
Así el comercio y el turismo en Nogales, Tucson, Yuma y Douglas florecieron gracias a una derrama económica que a la fecha se contabiliza en miles de millones de dólares en gasto anual.
Los ciudadanos de Arizona correspondieron a esa lógica, visitando Sonora para fines de turismo, aplicando la lógica de que ante la falta de playas en su estado, Puerto Peñasco, Bahía de Kino y San Carlos en Sonora se convirtieron en sus destinos de vacaciones, a unas cuantas horas de camino.
El fenómeno del intercambio comercial entre ambas entidades floreció y más allá de los negocios, nacieron vínculos de amistad y familiares, al grado de que políticos como la alcaldesa de Tucson tiene fuertes raíces en la región de Huasabas y Granados en la sierra sonorense y aunque es nacida en Somerton (Condado de Yuma), Arizona, muy cerca de San Luis Río Colorado, es evidente que es producto de esa integración regional.
El mismo gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño reconoce que cuando era joven debió emigrar a Tucson, Arizona y trabajar lavando platos, o como se pudiera, para sacar adelante su plan de vida.
En Sonora de muchos modos, todos tenemos algo que ver con Arizona y por eso los avances en la interacción entre Alfonso Durazo y su homologa Katie Hobbs son muy relevantes.
“En tiempos inciertos, la certidumbre se construye desde la confianza, y esta nace del diálogo, del respeto y de la voluntad de trabajar juntos. Construir confianza es hoy por hoy el acto más poderoso de la diplomacia contemporánea. No hay muro, barrera ni diferencia que resista cuando los pueblos de Sonora y Arizona deciden caminar en la misma dirección”, indicó el gobernador Durazo en la reunión plenaria.
Por su parte, la gobernadora Katie Hobbs resaltó el valor del trabajo que se realiza en conjunto con el gobernador Alfonso Durazo, particularmente en los sectores de semiconductores y agricultura, tras 66 años de colaboración entre ambas entidades para asegurar el bienestar y la calidad de vida de sus habitantes.
En esta ocasión los acuerdos se centraron en la industria tecnológica, electromovilidad, semiconductores, energía basada en fuentes sustentables, pero hay mucho mar de fondo en la relación bilateral.
Justo ayer se anunció un acuerdo muy favorable para la ganadería Sonora, pues el puerto fronterizo de Agua Prieta Douglas será el primero en abrir de nuevo a la exportación de ganado a los Estados Unidos, después de más de un mes y medio de suspensión por la plaga del gusano barrenador.
Los acuerdos bilaterales, abordan el tema del sector agropecuario, la industria, la energía, el desarrollo regional complementario (Sonora aporta a Arizona un puerto como es Guaymas y una salida al Pacífico a través del ferrocarril), seguridad, educación turismo, comercio y un sin número de avances.
La relación entre Sonora y Arizona es en todo caso la muestra clara para el resto de los estados en la frontera entre México y Estados Unidos de cómo debe forjarse un acuerdo, que aún en medio de tensiones y desacuerdos entre los gobiernos centrales, la relación entre ambas entidades puede y debe ser fructífera, porque si bien las circunstancias nos hicieron vecinos, eso no implica que debamos tener una mala relación.
Hoy Sonora y Arizona juegan por un mismo destino y al final del día entre ambos estados hemos construido más allá de una relación de amistad, una asociación indivisible, somos familia.
Correspondencia a demiandu1@me.com | X: @Demiandu