Nunca en mis casi 30 años de vida y bastantes de seguir el paso al periodista Héctor de Mauleón, a quien he admirado y respetado, había visto un episodio como la disculpa que se vio obligado a dar cuando el embajador, Ken Salazar, desmintió los “cables de EEUU” que involucraban al gobernador electo Américo Villarreal.

Ha circulado una versión trascendida sobre la supuesta presión ejercida por el lobby del narcoestado a nombre del PAN, en Tamaulipas, que ha presionado al Tribunal Electoral para declarar la invalidez de los comicios celebrados en aquella entidad por la supuesta intervención de cárteles del crimen organizado que, según los recursos legales, convenientemente afectarían al morenista Américo Villarreal.

Los mismos argumentos resumidos que presentó De Mauleón en su columna son los que la defensa legal de Acción Nacional promovió ante el Tribunal Electoral, al menos, los que están condensados en este proyecto de sentencia que aún no se formaliza, pero ya circula como la versión final. Aquí puede consultarse:

Lo interesante es responder si las filtraciones son o no una forma válida de periodismo y si es que alguien que filtra información, probablemente hasta pagando por su publicación, más bien se encuentre haciendo propaganda.

De entrada y pensando en quienes se dedican a realizar incansablemente solicitudes de información a dependencias, lidiando con las versiones testadas y enfrentándose a los largos plazos que deben esperar para construir una investigación valiosa, hay que decir que las filtraciones no son periodismo. Probablemente sean materia de trascendidos y chismes de política, pero tomarlos en serio y comunicarlos cumple más con fines privados que con el derecho a la información.

Si es que, además, esa información contribuye al bullicio desinformativo y a la presión social para hacer ganar a un bando, como en este caso, un litigio electoral, además de no ser periodístico resulta digno de un consultor o estratega, no de un periodista. Es interesante que un embajador haya sido instrumentalizado a favor de aquellas fuentes cercanas a Héctor de Mauleón, no es sorprendente pues a final de cuentas, cada periodista escribe de lo que tiene más cerca.

Huele a venganza

Francisco Cabeza de Vaca sí tiene abierta una investigación penal en su contra por haber gobernado de la mano con los Cárteles de Sinaloa y Colombia. La impunidad de la que ha gozado gracias a la mayoría de su partido se termina el 30 de septiembre y no es casualidad que haya tanta desesperación por tratar de impedir que Américo Villarreal le aplique una “Layda Sansores” y exhiba cada irregularidad que pueda encontrar. Y es probable también que Cabeza de Vaca, con sus mentirosas filtraciones, pretenda acceder a algún acuerdo con Estados Unidos en donde, a diferencia de los míticos cables de El Universal, si se encuentra bajo investigación.

Cabeza de Vaca, acorralado

La Unidad de Inteligencia Financiera tiene identificadas al menos siete empresas fantasma lavadoras de dinero relacionadas con el Gobierno tamaulipeco, que ha blanqueado los ingresos del Cártel de Sinaloa hasta por 60 millones de pesos directos a cuentas bancarias de García Cabeza de Vaca. Sus propiedades no coinciden con los recursos acumulados de un servidor público, pues mantiene en la lista 28 inmuebles con casas de lujo en ranchos y ciudades, tanto de México como de Estados Unidos, lo que mantiene en ese país un expediente que se robustece con el sigilo de operaciones y dinero que conecta directo con Colombia.

El propio presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha reconocido al narcotráfico de México como un reto para la pacificación de su país y son los gobiernos panistas aliados al Cártel de Sinaloa los que iniciaron hace poco más de dos décadas las negociaciones con el capo colombiano Dairo Antonio Úsuga David para el control de la plaza de cocaína para toda la región de América Latina y el cruce hacia Estados Unidos. No es coincidencia que en 2006 surgiera el Clan del Golfo.

Tamaulipas y su porosa frontera ha sido el gran negocio de García Cabeza de Vaca que, a su vez, mantiene al menos 13 empresas con prestanombres operando en Colombia y con estrategias de residencia legal mediante la entrega de contratos con el gobierno de Tamaulipas de donde también han desviado recursos.

Probablemente, lo más periodístico que podría desprenderse de las famosas filtraciones es construir de donde viene esa fuente, si es que es gobierno o narco y si es que, en realidad, los hechos que carga el gobierno de Tamaulipas con firma de Cabeza de Vaca están anticipando la herencia que pretende adjudicar injustamente al Doctor Américo Villarreal. Al tiempo.

Al terminarse el fuero, nada protegerá al gobernador saliente de Tamaulipas

El periodismo del bueno, ese que nace de la investigación y no de las oídas, está muy herido este inicio de semana. Si una filtración revela mentiras que favorecen al grupo, partido o personaje que “filtra” no hay información sino un vil aprovechamiento de las plataformas informativas con la finalidad de manipulación. Algo inaceptable.