ESTIRA Y AFLOJA

A prácticamente un mes de haber tomado el cargo como presidente de la Comisión de Árbitros, Armando Archundia apareció públicamente después de un ausentismo que no abonaba nada a su imagen y porque de esa ausencia nos habíamos hecho la pregunta: ¿En dónde está Benito?

Un día antes de esta conferencia, Archundia estuvo en el partido de la final del Campeonato W de Concacaf acompañado por José Luis Camargo (exasistente y ahora director del arbitraje en Guatemala), y aseguró: “Habrá sorpresas”, refiriéndose seguramente a este ejercicio de transparencia que busca implementar y en el cual reconoció cuatro errores de sus silbantes y del VAR, en lo que va del Apertura 2022.

Esta es la lista de errores que señaló Archundia:

  • América-Toluca, jornada 3. El gol anulado al América por posición adelantada del delantero, quien fue señalado como un elemento que obstruye la visión del portero, no debió ser así. El gol de Álvaro Fidalgo debió ser validado.
  • Atlas-Cruz Azul, jornada 3. La expulsión de de Carlos Rotondi ras un contacto con el defensor rojinegro Anderson Santamaría. Según Archundia, el vuelo de la pierna del jugador se encuentra con la pierna del rival. “El entendimiento del futbol nos da que esta jugada no era de tarjeta roja. El VAR lo llamó y se corrigió de manera negativa”.
  • Santos-Monterrey, jornada 1. El jalón que se dio al final del partido sobre Rodolfo Pizarro de Monterrey, debió ser marcado como penalti.
  • Chivas-Juárez, jornada 1. A los dos minutos se debió de ir expulsado Ángel Zaldívar de Chivas, por juego brusco grave al meter una plancha y no fue juzgada así.

Por estos errores habrá castigos, aunque no se harán públicos, pero serán evidentes cuando no se vea de central en la siguiente jornada a uno de estos hombres que se ha equivocado. La pregunta es si los seguirán compensando como cuartos oficiales, en la Sub-20 o en la Expansión con tal de que no pierdan dinero. Eso también es parte de la transparencia.

Este ejercicio no es una mala práctica ni mucho menos, pero es un arma de doble filo para Archundia.

Primero porque puede calar en el interior de los silbantes, que de por sí ya sabemos que cuando algo no les gusta de quién los dirige pueden organizarse para ‘grillarlo’ hasta dejarlo fuera de la jugada.

Segundo, porque cuando ocurra un error evidente y que Archundia no lo reconozca, no lo señale, vendrán los golpes hacia él nuevamente y los señalamientos de que oculta algo, de que protege a alguien.

Insisto, no es malo el ejercicio, se agradece, pero esta transparencia no tiene que darse solamente al mes de haber tomado el puesto de presidente de la Comisión de Árbitros, y si ya abrió la puerta a este ejercicio, tendrá que dejarla así, abierta lo que resta de su labor.