Hace unos meses, Mariana Rodríguez dijo que apoyaría “con todo” a un pequeño con cáncer. Su apoyo, dijo, consistiría en raparse para solidarizarse con él y con su pérdida de cabello. La verdad, para ser honesta, me sorprendió mucho esta acción; pensé: “Wow, esto está muy lindo, muy empático”.

Pero luego resultó que lo de Mariana no había sido raparse el pelo, sino que sólo se cambió de look, cortándose el pelo, no rapándose, con un estilo juvenil y moderno. Y es que yo no sé si supiera Mariana que a las personas que hemos tenido cáncer (sé de lo que hablo) se nos cae el pelo al 100 por ciento, quedándonos literalmente pelones o pelonas.

El impacto afectivo y emocional que genera en un niño o en un adulto la pérdida de cabello es brutal. El que Mariana se haya cambiado de look en nada motivó al niño. Era una mujer con un corte distinto ante los ojos del pequeño, pero ah claro, había que invitar a medios de comunicación para que registraran el gran acontecimiento y ella en el salón de belleza toda fashion cortándose el cabello.

Hubo, claro está, comentarios a favor y en contra. Las personas que estuvieron a favor de esta acción es claramente entendible, una acción que intente ser humanitaria aún por publicidad se agradece en medio de la indiferencia de la no primera dama de México, Beatriz Gutiérrez, de la que no hemos recibido ningún mensaje solidario con ningún niño con cáncer.

Los que no estuvieron de acuerdo con esta acción es porque ya no tan fácilmente creen en este tipo de shows mediáticos y porque además se usó a un pequeño para lucir en el escenario.

Y ahora la prensa despliega una nota comentando que la pareja García-Rodríguez “adoptó” o, lo que suena feo pero es una realidad, “sacó a pasear” a un bebé de un año con discapacidad, quien vive en el DIF “Capullos” en Monterrey. Para pasearlo un fin de semana.

Bueno, hasta ahí uno diría: ah pues qué bien, es una nota periodística y ellos discreta y genuinamente le regalarían a un pequeño un momento de paseo.

Pero no, el show volvió a aparecer, volvieron otra vez a lucrar con un niño, porque ellos mismos en sus redes sociales publicaron su “hazaña”:

Samuel García y Mariana Rodríguez

Claro la foto/selfie para Instagram no podía faltar. Samuel Garcia en sus historias se quejó de que el pequeño los había despertado a la una de la mañana y en una escena “tiernísima” aparece en penumbras a una Marianita muy maternal arrullando al bebé en lo que Samuel dice, “qué bueno que ahorita se duerma porque me tengo que ir al gimnasio temprano”.

Claro en la foto no aparece seguramente todo el séquito de niñeras o personal de ayuda que habrán llevado para cuidar al bebé, porque para la foto la “servidumbre” no posa.

A ver: Habrá otra vez quien aplauda esta acción por los motivos referidos antes.

Habremos quienes no la aplaudimos y les voy a contar personalmente por qué rechazo lo que hicieron.

Para empezar diré que el tema de adopción es un tema muy profundo en mi historia personal, mi madre adoptó a mi única hermana que hoy descansa en paz y me pareció un hecho de amor infinito. Mi hermana tenía serias condiciones de salud al nacer porque la madre gestante le hizo muchas cosas a su cuerpo para que no se le notara el embarazo, lo cual le creó a ella serias deformidades en la espalda y otros padecimientos, sin embargo (y mi madre también falleció ya) estoy segura jamás le habría pasado por la cabeza regresarla, porque nada más se la llevaría a pasear un fin.

Luego, bajo mi situación de haber tenido cáncer, el panorama para que me pudiera embarazar era muy difícil por lo que empecé a ver la manera de adoptar, dimos con un albergue donde tenían a bebés y a niños un poco mayores, nos ofrecían quedárnoslos el fin de semana para llevarlos a pasear, lo cual me pareció una cosa bastante cruel… ¿Cómo los iba a devolver después ? ¡¡¡No tendría corazón para ello!!! Si con un perrito me costaría muchísimo trabajo menos con un bebé. Así que no acepté esa “modalidad” que Mariana le llama “acogimiento”... Y sí, esa modalidad también te la ofrece el DIF pero cuando ya hiciste los trámites para adoptar y eres candidata, te “ofrecen” al bebé para que lo tengas unos días en lo que van definiendo por cuestiones legales y de apego si eres la madre y/o padre indicado.

Aquí hay de dos : O Mariana ha querido embarazarse y no ha podido y están intentando adoptar pero no lo quieren decir (lo cual no entendería el porqué no decirlo, no es nada de lo que uno se pudiera avergonzar) o bien, y otra vez todo esto fue un show mediático, tan solo por lucirse de que son ultra bondadosos y generosos. Pero, que no gracias, no se quedan con el bebé porque los anda despertando de madrugada .

Aquí quiero intervenir como psicóloga: El bebé tiene un año, tampoco es un recién nacido, si el tener a este bebé nada más para tomarse la foto y regresarlo al DIF es su intención me parece de lo más abominable. Un bebé de esa edad por supuesto empieza a identificar caras y olores, de hecho ya desde los 8 meses generan un apego con su cuidador primario. Cómo pueden pensar Mariana y Samuel que esto no pasaría o bien cómo pueden Mariana y Samuel regresarlo sin ellos también haber creado un lazo afectivo. ¿Pues de qué están hechos?

Yo concluyo con esto con varios puntos :

  1. Si no lo van a adoptar, entonces lo que hicieron fue simplemente cruel, lejos de que pudiera pasar por haber sido un gesto amorosísimo, me parece algo terrible.
  2. Yo los invitaría a que en verdad lo adopten. Que se den la oportunidad de no ser buenitas ondas con ese bebé sino de que ese bebé les vaya a llenar sus vidas y corazones de todo el amor de este mundo. El favor se los haría ese bebé quedándose con ellos. No al revés.
  3. Si esto nada más lo hicieron para querer verse cool y amorosos con la gente porque va Samuel rumbo a la Presidencia ( o porque eso quiere) creo que muchos que empezaban a creer que su “buena ondita” era genuina y natural, se les irá cayendo del pedestal.

Claudia Santillana en Twitter: @panaclo