Lo que parecía un sábado cualquiera en la Ciudad de México se convirtió en una pesadilla cuando se conoció la noticia: dos trenes del Sistema de Transporte Colectivo (Metro) colisionaron en la Línea 3, dejando como saldo una persona muerta y más de 100 heridos.

El clima de linchamiento que intentaron generar los medios (des)informativos contra el gobierno capitalino y en particular contra Claudia Sheinbaum, dio paso rápidamente al sospechosismo de la opinión pública: lo ocurrido podría ser resultado de un acto intencional, con un innegable fin político; a saber, el descarrilamiento de la propia Sheinbaum para sacarla de la carrera sucesoria. Un sabotaje con fines electorales orquestado por la derecha golpista que no se cansa de conspirar contra todo lo que tenga relación con la 4T. Tal fuerza cobró esta versión que la propia Fiscalía de la Ciudad de México ha reconocido que es una de las líneas de investigación del caso.

Son tres los elementos que desde mi punto de vista sustentan la teoría del sabotaje; considero que merecen la pena ser investigados a fondo:

Los buitres

Como hicieron en la tragedia del desplome de la Línea 12, la oposición en general, pero muy señaladamente los panistas, intentaron desde el minuto 1 sacar raja política de lo ocurrido. No se había terminado de asentar el polvo y los escombros aún humeaban cuando aparecieron estos zopilotes: un grupito de legisladores panistas tuvo el pésimo gusto de ir a pararse afuera del lugar de los hechos para, sin respeto alguno por las víctimas y sus familiares, grabar un video culpando a Sheinbaum de lo ocurrido. La oposición carroñera en pleno.

Contaron estos buitres con micrófonos abiertos y el nado sincronizado de medios de comunicación, periodistas y opinólogos esmerados en repetir dos mentiras: que Claudia “ya fue”, y que “por andar en campaña” había ocurrido la tragedia. Absurdo, pero repetido hasta el infinito, como lo manda el manual de Goebbels, el gurú propagandístico del panismo.

Se quiso pues, desde el primer momento, instalar en la opinión pública la percepción de que Claudia era la culpable por pretender competir por la Presidencia de la República en 2024. Demencial, pero revelador: la oposición usando la tragedia para buscar regresar al poder. ¿Naseabundo? Es el PAN.

Recupero un fragmento de lo que escribí sobre la oposición carroñera en 2009, luego de los terribles hechos en la discoteca News Divine; estas palabras siguen por desgracia plenamente vigentes en 2023, pues los zopilotes están más vivos que nunca:

“Porque eso fue lo que hicieron: politizaron la tragedia. Lucraron políticamente con el dolor ajeno. Lo hicieron las hienas del panismo y sus periodistas de alquiler, sus prostitutas en los medios impresos y electrónicos, aquellos que desde 2006 no han tenido empacho en dejar su dignidad por el suelo.

“Hienas, buitres carroñeros. Por respeto a las víctimas, por respeto al dolor ajeno, deberían quedarse callados. No intenten denigrar con su putrefacta lengua una tragedia como la que se vive”.

El charro

Cabe recordar que el sindicato del STC es liderado por Fernando Espino, un charro priista que lleva más de 40 años al frente de esa organización, y ha sido cómplice de los gobiernos del PRI y de Mancera. Un gángster sindical que no ha parado de chantajear y darle problemas al gobierno de Claudia Sheinbaum.

Casualmente, los dos golpes más grandes contra Claudia Sheinbaum se han dado a través del #MetroCDMX: primero en la Línea 12 y ahora éste. ¿Tal vez porque es la única área del gobierno capitalino que ha logrado infiltrar la derecha golpista en forma exitosa? ¿Trabaja Espino como sicario de la derecha terrorista mexicana? Es de esperarse que la investigación en curso indague hasta el último rincón de esa organización sindical, pues resulta demasiado sospechoso que se hayan “anticipado” a lo ocurrido con tal precisión y oportunidad; y encima lo hayan anunciado, casi como una amenaza velada, para infundir temor e incertidumbre entre los usuarios. ¿Veremos rodar cabezas por esto?

El fuego amigo

Sin llegar al extremo de sospechar de su posible autoría intelectual en el sabotaje, desde el interior de Morena también hubo quienes quisieron lucrar políticamente con la tragedia. Y es que fue evidente que personajes de medio pelo ligados a figuras prominentes del partido se sumaron a la cargada de ataques contra Sheinbaum.

El primero fue Fernando Coca (@Fercoca), un reportero que se auto apoda “ChairoFifí” a quien se liga con el equipo de asesores y consultores que revolotean alrededor del canciller Marcelo Ebrard ufanándose de ser su “equipo de pre campaña”. Coca es autor de dos libros muy divertidos de política ficción donde cuenta la emocionante historia de unos tornillos que según él, palabras más palabras menos, Claudia le quitó a propósito a la Línea 12 ocasionando su desplome. A don Fer casi se le atoró la torta de tamal cuando supo de la tragedia del sábado; tal era su prisa por empezar a despotricar contra Sheinbaum, pensando quizá que así le estaría ayudando a su jefe político a tomar ventaja en la carrera por la candidatura. ¿Estará Marcelo de acuerdo con esta “ingeniosa estrategia” de su presunto super asesor?

La otra acomedida para hacerle el juego sucio a un rival de Claudia fue ni más ni menos que Sandra Cuevas, alcaldesa en Cuauhtémoc, que no obstante ser panista es señalada como cercana a Ricardo Monreal, el caballo de Troya que se resiste a irse de Morena porque tiene la encomienda de destruirlo desde adentro. La protegida de Monri cumplió bien con su tarea de carroña pues grabó su propio video afuera del Metro echándole la culpa a la Jefa de Gobierno. ¿La mandó el zacatecano?

Y mientras la versión del sabotaje continúa cobrando fuerza en la investigación oficial, en la próxima entrega hablaré de las posibles acciones en caso de que se confirme dicha hipótesis. Nos encontramos aquí el viernes, amigo lector.