Una sorpresa para algunos muy grata y para otros no tanto, resultó la incorporación de Aurelio Nuño como candidato plurinominal del PRI a la Cámara de Diputados.

Su aparición tiene un importante significado y trae muchas especulaciones que hay que entender en el contexto actual, cuando, como lo comentó Liébano Sáenz, “vivimos un momento histórico”.

Estamos ante la oportunidad de alcanzar un verdadero gobierno de coalición, e influye mucho la designación de candidatos como Aurelio Nuño, un político con conocimiento, propuesta y gran visión del sector educativo.

Indiscutible cercanía y amistad con Enrique Peña Nieto, tanto, que incluso se ha especulado si es el rompimiento del pacto de impunidad Peña-AMLO o si viene a cuidar acuerdos en caso de que Claudia rompa con Andrés, meras especulaciones.

La verdadera nueva política

También destaca la llegada de nuevos e importantes cuadros de políticos de corrientes distintas a las corrientes de los Marko Cortés, “Alito” Moreno, Mario Delgado y demás lacras de la arcaica partidocracia clientelar.

Son hechos que bien pueden marcar el cambio de rumbo definitivo y necesario para fortalecer la vida en democracia y para la construcción de instituciones democráticas que respondan a la nueva realidad que enfrenta México, y que se han detenido por décadas.

El perfil de un proyecto ciudadano

Como funcionario público Aurelio es un personaje preparado, discreto y profesional, que ejecutó con principios y compromiso sus responsabilidades ante la república y, como representante social, su perfil encaja perfectamente en un “gobierno de coalición” con un sentido totalmente ciudadano.

Aurelio pertenece a la generación de cuadros del PRI que los dinosaurios y populistas del partido no dejaron avanzar, que expulsaron y demonizaron como “tecnócratas” y ”neoliberales”, cuando en realidad, tenían una visión social mucho más amplia y comprometida que las viejas corrientes clientelares y populistas, las mismas que hoy conforman el modus operandi de Morena, el partido donde se refugiaron todos esos priistas que no querían perder el hueso y las canonjías.

Entrevista con López Dóriga

En entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga, Aurelio Nuño reconoció claro y con fuerza que es priista, pero del PRI que se transformó, del que vislumbró en su momento Lázaro Cárdenas, cuando se crearon instituciones y gobiernos con criterio social, entendiendo que el rumbo no es a través de caudillos, gobiernos militares o dictadores sino que el México democrático tiene su base en las instituciones.

AMLO, caudillo y populista

Andrés conoce la historia y la manipula para justificar la militarización y el control caudillista de su poder. Afirmó que él nunca cometería “el error” de Cárdenas que designó a Ávila Camacho, al que considera un hombre de centro, en teoría tibio, aspiracionista, de clase muy acomodada y moderado, en lugar de un radical como Francisco J. Múgica.

En su libro “Cárdenas por Cárdenas”, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, al describir cómo su padre visualizó oportunamente el rumbo que tomaría su sucesión, desde septiembre de 1938 convocó “al debate de ideas antes que al agrupamiento en torno a personas”, y que éstas ultimas se “relegaran” a segundo término para resolver “en forma orgánica el más inquietante de los procesos políticos en México”, destaca además, la importancia de que surjan personajes de la talla de Aurelio Nuño.

El general Cárdenas aniquiló el caudillismo con la expulsión del país del caudillo de la revolución admirado por AMLO, Plutarco Elías Calles y se crearon grandes instituciones, las que hoy ha querido destruir AMLO.

Con acciones tan significativas como simbólicas; el Castillo de Chapultepec, antigua residencia de los presidentes se transformó en el Museo Nacional de Historia, sin embargo, AMLO convirtió la residencia oficial de Los Pinos que creó Cárdenas, en un paseo dominical para “el pueblo” y se fue a vivir a Palacio Nacional.

También es importante subrayar que Cárdenas transformó la educación de México creando instituciones educativas que sirvieron como base para un progreso social, bienestar y el desarrollo del país, como el Instituto Politécnico Nacional, el Colegio de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Mexicano del Petróleo, entre otros.

No son lo mismo ni son iguales

Aurelio Nuño es parte de una generación de priistas muy distintos a Monreal, López Obrador, Murat, Layda Sansores, Ignacio Mier, Alfonso Durazo y tantos más que se sumaron a la construcción de Morena para fortalecer el caudillismo y los gobiernos dictatoriales, por lo tanto, su incorporación como aspirante a legislador bien se puede considerar un hecho histórico, y parte del cambio que México requiere, empezando por el ámbito académico y la educación a la que AMLO y su gobierno tanto daño han hecho.

Aurelio Nuño llevó acabo una de las mayores reformas educativas que ha tenido México, la misma que destruyó AMLO. Hay una gran diferencia entre Aurelio y sus sucesoras en la SEP, Delfina Gómez y Leticia Ramírez, él al terminar su gestión, denostado por la retorica presidencial, fue invitado por la Universidad e Harvard como profesor invitado e investigador en temas educativos.

Aurelio regresó después de cosechar éxitos en una de las mejores universidades del mundo porque, en sus propias palabras, su pasión es el servicio en la política, en ser parte de la república y desde el Congreso, buscará contribuir en el debate y la definición de temas fundamentales para la democracia y el futuro de México y de sus instituciones, particularmente ahora, que el régimen arrolló brutalmente a las instituciones para gobernar con impunidad y arbitrariedad.

Solo el tiempo dirá a qué realmente llegó, hoy lo celebro.

X: @diaz_manuel