Después de ver el video de Ricardo Salinas Pliego con la bandera mexicana y un estandarte de la Virgen de Guadalupe hice la siguiente pregunta a la inteligencia artificial de Google: ¿La Virgen de Guadalupe hará el milagro de que Salinas Pliego no pague impuestos?

Respuesta: “No, la Virgen de Guadalupe no hará ningún milagro para que Ricardo Salinas Pliego evada el pago de impuestos. La postura de la Iglesia católica es clara: la evasión fiscal es pecado, una injusticia social. La fe no protege actividades ilegales”.

Supe por la misma fuente que el papa Francisco criticó actitudes como las de Salinas Pliego: utilizar la imagen de la Virgen de Guadalupe para sacar provecho económico, en este caso, sumar aliados en su lucha por no pagar los impuestos que debe.

La IA de Google es todavía más contundente: “El asunto de los adeudos fiscales de Salinas Pliego y sus empresas (que ascienden a miles de millones de pesos) es un proceso legal y administrativo que se rige por las leyes mexicanas, no por intervenciones divinas”.

En resumidas cuentas, “el uso que hizo Salinas Pliego de un estandarte de la Virgen de Guadalupe en un video fue un acto simbólico con fines políticos y de confrontación con el gobierno, no una acción con fundamento religioso que pueda influir en los resultados legales de sus deudas fiscales. La fe no justifica la evasión de responsabilidades cívicas y morales como el pago de impuestos”.

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Lo que ocurrirá el próximo jueves será otro milagro: a Ricardo Salinas Pliego se le aparecerá, según parece, San Mateo Apóstol, santo patrono de los recaudadores de impuestos.

San Mateo inspirará a ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para vencer a Mammón, demonio de la avaricia y la riqueza material, evidentemente el gran apoyo de Salinas Pliego en su guerra contra quienes pretenden obligarle a tomar chocolate y pagar lo que debe.

La codicia desmedida tiene su propio diablo, Mammón. Curioso que sea una palabra casi idéntica a mamón, que se aplica a muchos hombres presumidos, pero sobre todo a quienes, enfermos de ambición, se dejan vencer por el deseo insaciable de riquezas y, cuando las logran, las usan para derrocharlas en la compra de yates, aviones, mansiones, helicópteros y otros lujos de pésimo gusto que exhiben para demostrar superioridad respecto del resto de la gente.

En efecto, es el caso de Salinas Pliego, tipo mamón —codicioso, presumido y despilfarrador al mismo tiempo— quien con enorme probabilidad será recibido por Mammón en el cuarto círculo del infierno —a donde van a dar quienes cometieron la falta de la codicia y el pecado ubicado al extremo opuesto, el de derrochar a lo pendejo—.

Mañana jueves, después de que sesione la SCJN encabezada por el ministro presidente Hugo Aguilar Ortiz, sabremos —o empezaremos a saber—, de qué tamaño es la deuda que ya, sin más pretextos, el gobierno deberá obligar a pagar a las empresas de Ricardo Salinas Pliego, un hombre inteligente, con innegable talento empresarial y muy trabajador que se perdió cuando, motivado por el exceso de avaricia y arrogancia, decidió que para financiar su estilo de vida debía vender su alma a Mammón.

The Economist asegura que México es menos peligroso con Claudia Sheinbaum en el gobierno

Aquí se puede leer el reciente reportaje sobre la seguridad en México realizado por la que, en más de un sentido, es la revista más importante del mundo. Lo sintetizo.

Es verdad, “queda muchísimo por hacer” en un país como México profundamente dañado por la violencia generada hace tanto tiempo. Pero hay avances notables.

The Economist empieza por destacar lo que hicieron Claudia Sheinbaum Pardo y Omar García Harfuch en la Ciudad de México. “La tasa de homicidios disminuyó en aproximadamente un 40%, una de las mayores reducciones en el país”.

En la actualidad, García Harfuch, como secretario de Seguridad federal, lo que hace es ejecutar la estrategia diseñada por la presidenta Sheinbaum, basada en el uso de la inteligencia policiaca, para combatir a los cárteles del narcotráfico. Esto lleva a The Economist a decir que mucha gente en México ve, en ese trabajo, la “mejor esperanza para frenar la violencia que ha asolado al país durante años”.

¿Se justifica el optimismo? Según The Economist, “los primeros indicios” sugieren que hay razones para estar optimistas. Un análisis de la mencionada publicación confirma que la tasa de homicidios ha bajado. Por supuesto, se trata de una contabilidad compleja debido a las miles de personas que desaparecen en México cada año.

Pero, en cualquier caso, “una visión más amplia de los delitos mortales, que incluye homicidios, feminicidios y dos tercios de las desapariciones” muestra que van a la baja.

Nadie niega el hecho de que el número de asesinatos sigue siendo alto —no podía ser de otra manera en un país en el que la guerra perdida de Felipe Calderón destruyó las estructuras de seguridad pública, que tanto trabajo ha costado reconstruir—. Pero…

Cito a The Economist: “Sheinbaum es la primera presidenta mexicana en años que impulsa la lucha contra la delincuencia violenta en la dirección correcta”. Un dato para demostrarlo: “Las detenciones alcanzan niveles récord y, como señala el analista de seguridad Eduardo Guerrero, son más sofisticadas”.

Para The Economist: son “enormes los obstáculos que heredó Sheinbaum”. Personalmente añadiría que fueron también gigantescos los obstáculos que heredó AMLO cuando en 2018 empezó a gobernar. El México que la izquierda recibió hace siete años estaba casi herido de muerte por la fallida, estúpida, inmoral guerra de Calderón contra las mafias del crimen organizado, cuyas operaciones bélicas diseñó y dirigió alguien que trabajaba para el cártel de Sinaloa, Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos sentenciado por el delito de narcotráfico.

Un problema que complica la lucha contra el crimen organizado es la debilidad de las policías municipales. Fortalecerlas deberá ser la siguiente meta a alcanzar por la presidenta Sheinbaum. Es eficaz la Guardia Nacional, creada por el expresidente López Obrador, pero no podrá con la compleja tarea si las autoridades locales fallan.

El punto relevante es que vamos bien y, como dice Claudia Sheinbaum iremos mejor, particularmente si al fin hay generosidad de parte de todos los grupos políticos —esto es, si las oposiciones se moderan y renuncian a sus afanes desestabilizadores—.