El dueño de TV Azteca y Elektra presume que la presidenta Claudia Sheinbaum lo menciona todos días para elevar el rating de las mañaneras.
La inteligencia artificial de Google sostiene que la comedia suele tener un público más amplio y constante. ¿Por qué es así? Principalmente, cito a la misma fuente, porque “la gente busca la felicidad que provoca la risa, ya que esta actividad libera endorfinas que actúan como un analgésico natural y generan bienestar”.
Ricardo Salinas Pliego admite, entonces, que es chistoso. Él sabe por información “desde dentro de Palacio Nacional” —solo pudo enterarse por ilegal espionaje— que alguna vez Jesús Ramírez Cuevas le dijo a la presidenta que para incrementar la audiencia de las mañaneras tenía que mencionar a tan bufo empresario.
Bufo, en efecto, como seguramente lo descubrió Ramírez Cuevas: don Ricardo combina lo cómico y lo grotesco (definición de la Real Academia Española).
Cómico porque se avienta muy buenas puntadas en redes sociales. Grotesco porque un hombre de negocios de su tamaño debería comportarse con mucha más seriedad.
Pregunté a la inteligencia artificial de Google por qué Ricardo Salinas Pliego es tan chistoso. Sintetizo la respuesta:
“Es complicado definir por qué Ricardo Salinas Pliego es percibido como chistoso, ya que su humor es muy subjetivo y a menudo controvertido. La percepción de su gracia depende de la persona y, a menudo, no todos lo encuentran gracioso. Lo que algunas personas consideran humor, otras lo perciben como ofensivo, arrogante o fuera de lugar”.
Admito que a veces Salinas Pliego me hace reír, pero en la mayoría de las ocasiones lo encuentro ofensivo, arrogante y fuera de lugar. Allá él.