AMLO y sus simpatizantes de pseudo izquierda están irremediablemente obsesionados con Felipe Calderón. El odio que profesan al panista no tiene límites. Lo injurian, insultan, denostan y lo mencionan en cada momento como justificante para los enormes errores y omisiones cometidos por la presente administración. ¡Así recibimos el país que nos dejó Calderón!, arguye la 4T.

El gobierno de Felipe Calderón cometió severos errores y no ha estado exento de escándalos, principalmente tras el episodio bien conocido protagonizado por Genaro García Luna, quien enfrenta hoy un procedimiento penal en Estados Unidos. Sin embargo, en un sencillo ejercicio comparativo, la 4T parece exculpar al gobierno de Enrique Peña Nieto; como si Calderón hubiera dejado la presidencia en 2018 y fuese el antecesor directo de AMLO en la jefatura del Ejecutivo.

Si consideramos los escándalos de corrupción sacados a la luz durante el gobierno de Peña, tales como la casa blanca de Angélica Rivera, las irregularidades de otros personajes como Luis Videgaray (quien vive hoy, según se sabe, cómodamente en Boston) y el resto de priistas cobijados por Peña, el mexiquense sale bastante bien librado en términos de las menciones y culpas repartidas de los simpatizantes de la 4t.

  • La supuesta usurpación de la Presidencia. De acuerdo con la cantaleta de la 4T, Felipe Calderón, en connivencia con el PAN y el presidente Vicente Fox, orquestaron el robo de la presidencia, y con ello, la derrota de AMLO en 2006. Si bien el margen de victoria fue sumamente estrecho (apenas unos cientos de miles de votos en favor de Calderón) no existe evidencia (por más que refunfuñan los simpatizantes de la 4T) de que dicho fraude electoral haya tenido lugar. Recordemos que el propio AMLO impugnó los resultados de 2012 tras su derrota ante Peña, aludiendo a irregularidades cometidas durante la campaña como las tarjetas Monex, rebase de topes de campaña y exceso de cobertura facilitada por los medios de comunicación a la campaña del mexiquense.  Sin embargo, esta impugnación ha quedado en el olvido.
  • El inicio de la guerra contra el crimen organizado. Es verdad que Felipe Calderón, en su decisión de combatir a los cárteles de la droga, optó por sacar a las Fuerzas Armadas de sus cuarteles para enviarles contra un enemigo cuasi invencible que no únicamente puso de cabeza al régimen calderonista, sino que continúa andando a sus anchas, causando ingobernabilidad y muerte. Sin embargo, recordemos, que durante el gobierno de AMLO se ha alcanzado el número de homicidios dolosos registrados durante el “régimen usurpador”.
  • Quizá la permanencia de Calderón en la política mexicana como figura de golpe haya contribuido a enriquecer el encono hacia su figura. A diferencia de Peña, quien reside permanentemente en Madrid y se ha aislado del golpeteo mediático, Felipe Calderón continúa presente como uno de los principales críticos. La actividad política de Margarita ha contribuido también a la presencia de los Calderón Zavala en el imaginario de la pseudo izquierda.

En suma, AMLO y los suyos parecen olvidar que Felipe Calderón soltó las riendas del poder en 2012, echando a un lado al gobierno de Peña, mismo que fue igualmente señalado por numerosos actos de corrupción tanto de gobernadores priistas como de miembros de su propia administración. Me pregunto si algún día AMLO y la pseudo izquierda mexicana olvidarán a Felipe Calderón y decidirán finalmente hacer el trabajo para el cual fueron electos.