Ayer terminé de ver la serie ¿Quién lo mató? acerca del asesinato de Francisco Stanley el 7 de Junio de 1999. Es decir, ayer se cumplieron 25 años de aquel suceso y aún se remueve la herida. Y hablo de herida porque por supuesto que Paco Stanley fue un personaje entrañable para millones de mexicanos.

Vi en días anteriores junto con mi hijo adolescente  la serie de El Show que es un documental espectacularmente investigado.

Me pareció importante ver aquel documental antes y esta serie con él porque al final ambas series reflejan la realidad de las personas que tienen contacto con la droga, ya sea los que la consumen, venden o distribuyen o tienen amistades que se drogan. Todas estas personas claramente en la serie y en la vida real  al final terminan muy mal.

El móvil de las dos series más allá de que tiende un discurso y un hilo conductor que nos habla de que el asesinato de Paco Stanley a plena luz del día, tuvo que ver con un mal gobierno de México en aquellos años con la impunidad y la maldad y el pésimo accionar  de Samuel del Villar en aquel entonces procurador general de Justicia del Distrito Federal, nos habla también de la clara existencia  de los cárteles de la droga en la CDMX siendo que por años las autoridades han negado que éstos operen en la capital del país.

También muestra claramente las repercusiones de la droga tanto en el que la consume como en el que se rodea de gente que se droga.

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Mi hijo adolescente estaba atónito viendo como literalmente se mostraban escenas en donde un personaje que hacía reír se tenía que introducir cocaína constantemente. Sí que era una escena fuerte.

Muestra la serie cómo su mejor amigo, Benito Castro, un hombre mayor y que debería de haberlo protegido, le distribuía y compartía la cocaína a Paco Stanley.

Pero  se entiende que Benito Castro ya estaba atrapado en la adicción, no tenía cabida para ser moral ni actuar con valores ni proteger a su amigo.

Cuenta también como el que era patiño o bufón de Stanley, Mario Bezares, un poco de pronto no se entiende bien a bien si aquello que existía entre ellos dos  era amistad o una codependencia de ambos, cae finalmente  en el consumo de la droga  porque su jefe, Paco Stanley, se la ofrecía.

Detalladamente, la serie nos brinda un viaje por las consecuencias de el consumo de droga. Primero todo es dinero, derroche, placeres, mujeres, éxtasis, para después caer y envolverse con gente de mala muerte con tal de seguir teniendo acceso a ella y vivir en la obscuridad y las alucinaciones aterradoras.

Hay una escena en donde el personaje de Mario y de Paco están consumiendo cocaína. Es una escena obscura, en una oficina solitaria, donde ellos empiezan a tener alucinaciones auditivas pues confunden el sonido de unos cohetes, con balazos contra ellos.

La escena del infarto de Benito Castro en medio de una fiesta de excesos es una enseñanza más de hasta donde la droga puede aniquilar a las personas. Pero no solo de manera física, sino de manera emocional.

Van mostrándonos que de ese infierno ya nadie sale bien librado porque incluso, hasta el que nunca probó droga pero se rodeó de gente que sí lo hacía, resultó coludida en un asesinato e incluso terminaron presos en la cárcel.

Me parece que la serie deja muy bien parada a Paola Durante, una chica que desde hace 25 años no ha podido despuntar como ella quisiera en el mundo artístico y es que por más que ella intentaba sobresalir después de haber estado presa injustamente  por el asesinato de Paco Stanley por más de un año, en el imaginario público se tenía en mente que ella había participado en él.

Me parece que hoy en día es su oportunidad de poder brillar como siempre soñó y ella es un claro ejemplo de que la justicia le llega a las personas tarde o temprano, ya sea que te hayas portado bien o portado mal. A veces tarda, pero llega.

La imagen de Mario Bezares es la que queda de nuevo en entredicho y por los suelos y también un poco por ahí la de su esposa Brenda Bezares, en donde sutilmente se deja entrever en la serie que accedió en algún momento a los coqueteos de Paco Stanley porque incluso su esposo Mario digamos que se la “ponía” para complacerlo.

Sabemos que esta serie fue construida desde la  ciencia ficción pero otra vez abre interrogantes.

La verdad de las cosas es que lamento que otra vez esté en entredicho la moralidad de Mario Bezares, digamos que ya estuvo bien que se le señale a estas alturas, pues ahora tiene hijos adolescentes que tendrán que cargar de nuevo con todo el bullying que han cargado desde  siempre,  y no me parece justo ya  para esa familia.

Pero, le señalaba a mi hijo adolescente, ahí está la prueba de que uno en la vida debe de ser muy cauteloso para saber con quién te rodeas en la vida.

Mario se rodeó de un hombre como Paco Stanley, un hombre adicto a la fama, a las mujeres y a la droga  y entonces su vida y su paz y su familia comenzaron a desmoronarse.  Mario no supo poner un alto y retirarse de aquella compañía aunque lo haya intentado una y otra vez.

El personaje de Jorge Gil tanto en el documental El Show como en la serie ¿Quién lo mató? Aparece casi como sin querer aparecer. No logro entender si es porque él no cedió los derechos para hablar de su persona, pero en ninguna de las dos series se profundiza en él. Así que creo que él jamás volverá a estar en el foco del público y quizá hizo bien. En la serie muestran a un Jorge Gil atormentado por la culpa, pero no se logra entender la culpa a qué o hacia quién.

La protagonista de la serie como les comentaba fue la droga. El deterioro que causa en las personas vivir bajo una adicción.  Llegar a La locura incluso y a sentir que se pierde toda proporción de lo que realmente vale en la vida.

Las actuaciones magistrales, espectacular Luis Gerardo Méndez, extraordinario actor que verdaderamente logra mimetizarse protagonizando el papel de Mario Bezares, logró un maravilloso resultado. Parecen dos almas gemelas.

Pero vaya la sorpresa que fue descubrir al actor Roberto Duarte, jamás lo había visto en ningún otro lado, pero logró lo que jamás nadie hubiera podido hacer, meterse en la piel y en la entraña de Paco Stanley para describirnos y narrarnos  una personalidad del conductor que nadie hubiera imaginado: malévolo, errático, burlón, manipulador, sarcástico.

Pero añadiría que Jorge además logra reír como lo hacía  Paco Stanley, caminar como caminaba  Paco Stanley, mirar a la cámara como miraba Paco Stanley (ya habrán descubierto hasta este punto que sinceramente yo era muy fan de Paco Stanley y sus programas).

Aquella mancuerna nos hace ver que en realidad nos reíamos mucho en aquel entonces de un humor que francamente hoy a 25 años de distancia lo considero humillante y hasta agresivo. Me parece que afortunadamente conforme fui creciendo y haciéndome mayor  fui adquiriendo interés por cosas con más profundidad e interesantes pero en aquel entonces la risa y el sentido del humor venían de burlarse de otro y humillarlo como Paco lo hizo siempre con un Mario Bezares que me parece que es talentosísimo pero que su  baja autoestima no le permitió creer que merecía algo mejor.

El personaje de Belinda interpretando a Paola Durante sinceramente no me agradó del todo. Quizá era la intención del director recalcar que Paola era verdaderamente inocente, porque en la actuación de Belinda la actúa como una jovencita algo boba pero que tenía fuerza e inteligencia para haber enfrentado la cárcel y todas las cosas que de ella se decían.

Paola Durante en el documental ha declarado que ella juraba que una vez saliendo de la cárcel tendría cientos de oportunidades y papeles en puerta para ser una gran actriz y estrella del espectáculo pero no fue así. Por eso es que hoy en día espero que logre realizar ese sueño.

Muy bien lograda la interpretación de Javier Ramírez “El Cha” como Benito Castro. Muy bien actuado realmente también supo meterse en el papel del hoy fallecido músico y comediante.

Diego Boneta interpretando a Jorge Gil, por fin nos demuestra que pudo desnudarse del papel de Luis Miguel, así que mis respetos para él. Jamás nadie creería que Boneta podría hacer algún otro papel en su vida porque verdaderamente la gente lo identificaba como el doble de el cantante.

Zurita Vega también magistral en su actuación, realmente se adueñó de la personalidad de Brenda Bezares: Una mujer que adoraba ser vista y adoraba los reflectores pero que también tuvo la fuerza y entereza para defender a su marido.

Ambos: Mario y Brenda actualmente han querido seguir en el medio del entretenimiento de manera local en Monterrey, ciudad natal de Brenda.

Quizá la vida con esta serie pues les regale la oportunidad de ya cerrar para siempre el capítulo de Paco Stanley o desgraciadamente no, ya que con la serie de ¿Quién lo mató? se vuelve a revivir la idea de que fue Mario Bezares quien entregó a Paco Stanley para que lo asesinaran.

Al final, el tema de la droga como eje central deja un espacio para el análisis acerca de cuantas cosas aterradoras puedes atraer a tu vida si la consumes o te rodeas de personas que la consumen.

Al finalizar la serie le dije a mi hijo “ten mucho cuidado de con quién te rodeas. No permitas que la droga toque tu vida ni te rodees de ella en la vida, ten cuidado  quién le abres las puertas de tu casa, de tus cosas, de tu intimidad, porque al abrir esa puerta a veces ya no se puede cerrar”.

Ya no se diga como esta serie expone el involucramiento de la policía de la CDMX para maquillar, inculpar, desviar la atención de los errores en el proceso. La serie muestra cómo fácilmente alguien con poder puede meter a los ciudadanos a la cárcel sin que antes seas juzgado, porque así les conviene, para sus propios intereses.

Muestra también la serie que en aquel entonces en 1999 y el año 2000 tenía peso y fuerza la Comisión Nacional de Derechos Humanos y me puse a pensar qué ha sido de ella en este 2024, polvo y nada.

El documental El Show muestra a un ambicioso López Obrador luchando por el poder, como siempre pero invitado a trabajar con él cuando fue Jefe de Gobierno a ¡Samuel del Villar! siendo que ya para entonces la credibilidad y confiabilidad de Del Villar estaba por los suelos. Inaudito que López Obrador haya querido convocarlo a ser parte de su gabinete sabiendo que Del Villar había sido un elemento policial sumamente fallido y corrupto.

Ver la figura de Andrés Manuel López Obrador en El Show fue demasiado hartante. Será porque llevo años oyéndolo y sabiendo de él, que ya para que hasta en la serie haya aparecido era demasiado.

Pues hasta aquí mi análisis del documental y la serie del gran Paco Stanley, que supo hacer reír a otros mientras se hundía en lo más profundo del abismo por las drogas.

Es cuanto.