“Es cuestión de palabras, y, no obstante,

ni tú ni yo jamás,

después de lo pasado, convendremos

en quién la culpa está.

¡Lástima que el amor un diccionario
no

tenga dónde hallar

cuándo el orgullo es simplemente orgullo

y cuándo es dignidad!”

GUSTAVO ADOLFO BÉCHER

“Aferrarse. Renunciar. A veces, son una misma cosa.”

C. J. TUDOR

¿Para cuándo su renuncia, señor subsecretario? ¿O prefiere tragar sapos?

¿Dónde quedó la dignidad de aquel férreo defensor de los 43 de Ayotzinapa? Vale la pregunta pues hoy nos siguen faltando esos 43, más otros 100 mil desaparecidos en el actual sexenio (aunque el régimen insista ahora en alterar los números, en desaparecer a los desaparecidos, en desacreditar a la ex titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Desaparecidos, Karla Quintana).

Porque si Encinas va a tragar sapos, se comerá de los más grandes de este sexenio.

Enumeremos algunos: desde el cambio de “fue el Estado” por el “no fue el Estado”, pasando por el papel de los militares en los asesinatos, hasta la condecoración realizada por López Obrador al General Salvador Cienfuegos apenas hace dos días.

Hacer públicos los documentos sobre el caso Ayotzinapa, solo para que resulte que la verdad histórica de la 4t es la confirmación de la verdad histórica de Murillo Karam ¡recluido este en prisión por decir… la verdad! Esto es, él está en la cárcel para reforzar la narrativa del obradorismo y como venganza política.

¿El funcionario prefiere seguir en su puesto a pesar de todo lo anterior y de que encima le pusieron por jefa a una novata?

Total, que López Obrador dice que el responsable de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa NO fue el Estado; le convino mentir cuando estaba en campaña. ¿Será que Alejandro Encinas también sabía que Morena solo usaba a los padres y a los deudos para sus propósitos política?

En septiembre del 2016, López Obrador compartió en Twitter: “Además de inhumana la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, es infame que el gobierno ni siquiera diga la verdad. Pronto habrá justicia”. Siete años después y la 4t investigando se llega a las mismas conclusiones que arrojó el gobierno peñista. ¿Quién es el infame ahora?

¿Podrá asumir el señor Encinas otra verdad no histórica pero si infame?: que López Obrador utilizó a los normalistas para llegar al poder. ¿O de plano también le vieron la cara?

Si se la vieron, que denuncie o renuncie. Si en cambio ya sabía, que se haga a un lado por haber usado el dolor de tantos.

No hay en la historia del lopezobradorismo mayores contorsiones que las de Ayotzinapa (incluido el papel de los militares en los asesinatos). Del odio y el señalarles con el dedo de la ¿justicia? morenista, ahora hasta al general Salvador Cienfuegos se le condecora.

¿Qué sentirá el subsecretario Encinas que López Obrador le quite —así sin más— la titularidad de la investigación de los 43? ¿Qué les dice a los padres de los normalistas? ¿Con qué choro los marea?

López Obrador reveló apenas que él personalmente ya está dirigiendo las investigaciones del caso. Y resulta que siempre sí la Secretaría de la Defensa Nacional ya entregó toda la información solicitada.

Porque lo dicho por López Obrador revierte todo lo sostenido antes por su propio gobierno y descalifica a Alejandro Encinas y las conclusiones que el funcionario presentó en agosto del año pasado. En menos de tres minutos, el presidente arrasó con el trabajo del subsecretario y aterrizó lo que antes negaron.

¿Para cuándo la renuncia de Encinas? Ante la enemistad con la candidata presidencial por Morena y la descalificación de López Obrador de su trabajo, ¿para qué y por qué quedarse? Ya se dio cuenta que todo lo hecho por el inquilino de Palacio es para que su corcholata designada no herede semejante problema -¡y desastre de sexenio!-.

¿Pa’ cuándo la renuncia así sea solo por dignidad?