29 de abril de 2024 | 10:32 p.m.

    Otro caso para entender la muy temible hecatombe humana del siglo XXI

    En su columna, Alberto Halabe destaca el pensamiento catastrófico universal y como la abusividad económica secundaria a la inestabilidad política ha llegado al límite del entendimiento humano.
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    “La inestabilidad política siempre termina en inestabilidad social, económica y humana”

    Los últimos tres siglos se han caracterizado por iniciar con catástrofes mundiales de muy importante repercusión, el siglo XIX con la Revolución Francesa y la Independencia de los países de América, el siglo XX con la Primera Guerra Mundial y la influenza española, y éste siglo XXI con la caída de las Torres gemelas, la guerra de Siria, la pandemia por covid, la guerra en Ucrania, y la inenetendible inestabilidad política mundial.

    Esta inestabilidad política, que se manifiesta por falta de liderazgo, de autoritarismo, y de competitividad de los que deberían guiar el rumbo de la humanidad y de todo el mundo, finalmente repercute negativamente en la organización social al generar pánico colectivo existencial anticipatorio, lo que hace que los seres humanos busquen instintivamente ganar dinero de manera excesiva para poder mantenerse y mantener su posteridad personal y familiar, sin importar la manera, las estrategias, ni las repercusiones que genera dicha conducta humana negativa para todos, repito, y terminaría con un caos humano mundial del calibre de una hecatombe.

    Y lo más caótico del presente ensayo es que con un sólo caso pretendo demostrar el pensamiento catastrófico universal descrito en los primeros dos párrafos del presente ensayo, de como la abusividad económica secundaria a la inestabilidad política descrita ha llegado al límite del entendimiento humano, abusividad que se presenta en casi todos los ámbitos humanos, pero éste caso, que representa a los cientos de miles que ocurren cotidianamente en todo el planeta Tierra, repercutió en la salud de una persona de manera muy negativa, y cuando ésta abusividad económica se realiza en lo más sensible de la humanidad: la salud, y con la herramienta humanitaria más excelsa que ha existido que es la medicina, el resultado podría culminar en una hecatombe de proporciones apocalípticas.

    El caso en cuestión es sobre un ser humano que fue operado de cataratas de ambos ojos a los 45 años de edad; se sabe, desde la época de oro griega de la Medicina, que las cataratas se forman con repercusiones visuales en personas sanas a partir de los 55 años de edad, con un pico de mayor presentación a los 60 años, esto implica que necesariamente, desde un punto de vista médico, moral, ético y fundamental, el ser humano del caso descrito no pudo tener cataratas en ambos ojos a los 45 años de edad, y si por alguna razón ajena las tuvo, se pudieron ir manejando con lentes de armazón progresivamente antes de llegar a ser operado, y claro que también esto lo realizaron con fines lucrativos, los involucrados en cuestión esperaban ese respaldo económico que la inestabilidad política mundial está forzando a buscar, pero, finalmente, la abusividad al ser humano del caso descrito es absolutamente inaceptable, y más porque tuvo repercusiones visuales por la cirugía innecesaria realizada.

    Un sólo caso, hace muchos años, cambió la Historia del Derecho y de la Justicia, el de Alfred Dreyfus y estoy seguro que se convertiría en un deseo universal que éste caso de operación de cataratas también lo haga.

    Nota agregada: Recomiendo también la lectura del artículo sobre la dignificación de la Medicina publicado en SDPnoticias el 19 de Mayo del 2022.

    Alberto Halabe en Twitter: @cancercuretop2