Acabo de ver la video columna del Diputado Gerardo Fernández Noroña y me causa un poco de sorpresa su opinión sobre la pandemia. Se dice no ser antivacunas (aunque no se haya vacunado), no cree en los cubrebocas y cree que pronto terminará la pandemia.

Dice también que no cree que la gente que no se ha vacunado sean los causantes de que la pandemia siga y piensa que obligar a la gente a que use cubrebocas y se vacune, va contra los principios de libertad de cada persona.

Estimado diputado, la libertad termina donde empieza la de los demás, decía Jean Paul Sartre. La mortalidad por vacunarse es mucho menor a la mortalidad de tomar muchos otros medicamentos, incluidos las pastillas anticonceptivas. El no vacunarse si implica una responsabilidad fuerte cuando no es por razones médicas. La lógica es sencilla, si alguien no se puede vacunar por razones médicas puede ser protegido por la inmunidad de las personas que sí pueden vacunarse. Si una persona que sí puede vacunarse lo omite, pues de alguna manera u otra es responsable del contagio de otra persona.

Hay mucha evidencia científica y lógica para darnos cuenta que la ultima variante, la Ómicron, está llegando de esa manera por los porcentajes de vacunación y la inmunidad natural de personas que no han alcanzado a vacunarse y sobrevivieron al bicho.

Imagino, Diputado, que usted conoce a personas que lamentablemente fallecieron por vacunarse o solo comenta eso por algo que leyó en algún articulo donde suponen que fue eso. No conozco a personas que hayan fallecido por la vacuna, pero sí conocí a personas que perdieron la vida con el contagio del COVID.

Casi terminando su videocolumna, dijo que si una vacuna no detiene al bicho, menos un trapito. Se sabe que el coronavirus es un virus de transmisión aérea. El bicho se transmite por pequeñas gotículas que despide cualquier persona contagiada. Esas gotículas llegan a otra persona “flotando” hasta que son aspiradas por el otro y se contagia. El cubrebocas es un auxiliar para que el contagiado no expulse esas gotículas y para que el “no contagiado” no le llegue el virus por vía aérea. Si un contagiado no trae su cubrebocas es más fácil que pueda contagiar a los otros, aunque los demás tengan su cubrebocas puesto.

El simple trapito sirve como protección y para convivir con otras personas con un poco mas de seguridad.

Diputado Fernández Noroña, sabemos que es ateo de ideología. El uso de cubrebocas y vacunas tiene un gran sustento científico. No todo es una conspiración contra las libertades de la humanidad.

Yo sé que usted tiene sus ideas con respecto a las vacunas y créame que conozco a gente muy querida que también cree en eso, y no por cosas de salud sino por cosas religiosas o de creencias energéticas. Imagino que usted tiene un fuerte sustento científico para no querer vacunarse y también para no usar cubrebocas. No creo que su idea de no vacunarse vengan de los que creen que se pueden curar con dióxido de cloro o estampitas del Niño Fidencio.

Por favor, no confunda a la gente con esas creencias que no están sustentadas por evidencia científica. Al parecer, estamos cerca del fin de la pandemia, pero los datos dicen que no es por no vacunarse, sino lo contrario.

Hay que reconocer que aunque se dice que las medidas siguen igual, no están siendo llevadas acabo a cabalidad. Después de casi dos años de encierro, todos, hasta los más conservadores, nos hemos relajado. Hay que entender también que el virus muta y aprende a brincar los anticuerpos que pudieron haber brindado los contagios pasados o las vacunas. No nos estamos contagiados del virus que nació en Wuhan, sino de otro que ha ido evolucionando y que ha dejado de ser mortal.

Si Inglaterra está apunto de dejar las restricciones sanitarias, hay que recordar que fue el primer país en declarar que México era un lugar de mucho contagio, por lo que entraban en una lista de países vetados. Algo similar a lo que pasó hace 14 años con la gripe aviar. También Inglaterra tiene una gran cantidad de vacunados, capacidades hospitalarias mucho mejores que las de nuestro país entre otras cosas.

Sin extenderme más en el tema, Diputado, ya viene el tiempo donde terminará la pandemia. No es el despertar de la humanidad, sino el resultado de todo lo que se ha hecho para contener al bicho. Cada quien es libre de pensar en lo que uno piensa, pero las evidencias científicas son contundentes. La vacuna ha ayudado a aminorar la mortalidad del bicho y los cubrebocas definitivamente nos protegen de los contagios. Seamos conscientes para que esto acabe lo más pronto posible.