(Recibí, de parte de un analista confiable, una explicación de las intrigas que en fechas recientes han tratado de dañar al senador José Narro Céspedes, de Morena. En resumidas cuentas ello tiene que ver con la narcopolítica en Tamaulipas que crearon y fortalecieron los gobiernos anteriores —del PRI y del PAN— y que en este momento, al fin, podría empezar a ser combatida eficazmente por el nuevo gobernador, el morenista Américo Villarreal. La gente votó por el cambio porque está harta de tanta violencia, tanta corrupción y tanta impunidad. Ojalá ya mejoren las cosas en ese bello estado del noreste de México. Aquí el texto que me hicieron llegar y que considero objetivo por estar basado solo en hechos).

Los exgobernadores de Tamaulipas

De 1993, cuando asumió como gobernador el priista Manuel Cavazos Lerma, a la fecha ningún mandatario tamaulipeco ha estado exento de las sospechas de tener vínculos con el narco.

Desde 1992, cuando ganó la elección Cavazos Lerma, del PRI, hasta 2022, la entidad ha estado bajo el velo de una funesta correlación entre las administraciones estatales y el narcotráfico. Con Cavazos se inició una seguidilla de mandatarios priistas vinculados con la delincuencia organizada. Siguió su delfín Tomás Yarrington, quien a su vez heredó la posición a Eugenio Hernández Flores. Rodolfo Torre, quien buscaba sustituir a Hernández, fue asesinado una semana antes de la elección, por lo que asumió la candidatura su hermano Egidio Torre Cantú, quien resultó un gris mandatario.

Luego tomó el mando el PAN, con Francisco García Cabeza de Vaca, cuyo mandato fue puesto en vilo por denuncias por su supuesta relación con el Cártel del Golfo, según la declaración de un lavador identificado como Antonio Peña Argüelles, que testificó ante una Corte Federal de Texas. Hoy Cabeza de Vaca, prófugo, enfrenta una orden de aprehensión. Y, como dijo Santiago Nieto, no hay persecución política, sino estricta aplicación de la ley.

A su vez, la Fiscalía General de la República solicitó el año pasado a un juez del Estado de México una orden de aprehensión contra García Cabeza de Vaca por delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada, invalidada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el contexto del proceso de desafuero contra el ahora exgobernador.

Al gobernador saliente de Tamaulipas, García Cabeza de Vaca se le vincula con el crimen organizado de la entidad –que lo habría financiado a través de empresas fachada y prestanombres– y el Cártel de Colombia, sostiene el expediente de la Unidad de Inteligencia Financiera. A esto se suman los pliegos de observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, por presuntos desvíos de recursos millonarios durante su administración.

El gobernador Villarreal y el senador Narro

Es claro que el gobierno de Cabeza de Vaca no sólo tenía la intención de enriquecer al titular del ejecutivo tamaulipeco, sino ser la caja chica del PAN y de los grupos que encabezan la búsqueda por desacreditar y ensuciar los trabajos de la Cuarta Transformación y al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Bajo esta premisa, era imperante mantener el gobierno de Tamaulipas con César Truko Verástegui, pero el proyecto de Américo Villarreal y de Morena ganó la elección con 52.7% de los votos, por lo cual, la derecha panista y sus aliados iniciaron una campaña de desprestigio contra el mismo Villarreal y los equipos morenistas que lo apoyaron en el proceso electoral.

La premisa que impulsan es la idea de que perdieron pues existió una “narco elección” y que los actores involucrados en ella estaban involucrados con el crimen organizado. En este sentido, la derecha ha enfilado sus baterías en el hoy gobernador de Tamaulipas y en el senador José Narro Céspedes, quien dedicó tiempo y esfuerzo para la campaña.

Para iniciar su ataque, tomaron de pretexto una reunión privada que se llevó a cabo el sábado 5 de marzo de 2022, en el restaurante El Cambalache. A esa reunión llegaron sin ser invitados el señor Gerardo Teodoro Vázquez Barrera y su escolta conformada por dos elementos, los cuales de acuerdo con información pública, desaparecieron el día domingo 6 de marzo de 2022, sin que a la fecha se sepa su paradero. Esa información fue pública en Twitter realizada por el propio senador el sábado 5 de marzo, a las 15:37 horas.

Falsedades

La derecha ha mentido y difamado sin cansancio. Acusaron al senador de que los marinos estaban a su servicio como escoltas desde el día 2, hasta el 6 de marzo, lo cual es falso.

El día anterior al evento referido, el viernes 4 de marzo, el senador participó en el aniversario de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro en Saltillo, Coahuila. El día 5, durante la comida con Américo, llegó a la plaza comercial solo y se retiró solo. Se sabe que el domingo 6 de marzo, fecha de la última comunicación de los marinos desaparecidos con sus superiores, el senador asistió a una reunión municipalista en el Word Trade Center.

El día martes 8 de marzo, el capitán de coberta Maximiliano Serrano Pérez, entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, Guerrero, a través de un colaborador del senador, solicitó a nombre de la presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, un oficio para justificar administrativamente la ausencia de los elementos. Hasta ese día, no se pensaba que los elementos hubieran desaparecido, sino que se pensaba que estaban retrasados por asuntos personales de índole diversa.

Hay que tener muy presente que el entonces secretario de Seguridad Pública de Acapulco justificó que la solicitud la hacía la presidenta municipal del puerto. El capitán Maximiliano Serrano envió por WhatsApp una propuesta de redacción, misma que fue impresa y regresada como borrador por la misma vía al capitán Serrano, sin salir nunca el original de la oficina del Senado de la República; por lo tanto, al no haber existido una recepción oficial y acuse de que este documento fue entregado, lo que se envió carece de validez jurídica.

Por ello, el senador afirma que no hizo solicitud alguna para pedir se le asignaran a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco. El senador en ningún momento tuvo alguna respuesta ni solicitud para hacer llegar de forma oficial el documento referido por lo que no supo de la desaparición de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, y de Gerardo Vázquez hasta que los medios dieron cuenta de ello, los cuales publicaron que la presidenta Abelina López no conocía de alguna solicitud para justificar la falta de los elementos, o de la petición para asignarlos al servicio del senador Narro Céspedes.

Se probó que los elementos referidos jamás estuvieron al servicio del senador. Por ello, cambiaron la estrategia y a partir de una columna de opinión de Héctor De Mauleón, enfocaron sus baterías a la figura de Gerardo Teodoro Vázquez Barrera, a quien calificaron de “narcotraficante” y a partir de esta afirmación sin pruebas, dijeron que quienes estuvieron con él unos minutos, en una foto el sábado 5 de marzo, están involucrados con el crimen organizado.

Mentira sobre mentira

Gerardo Teodoro Vázquez Barrera, el Gerry como lo llamó De Mauleón, llegó con sus escoltas a la comida del Cambalache casi al final de la reunión, y se acercó a saludar y pedir una foto, la cual es el centro del argumento de la derecha. Después de esa comida, nada. Se despidió y se fue con sus acompañantes. El senador Narro no supo nada de ellos hasta que su desaparición se convirtió en escándalo. Cabe mencionar que el senador conoció a Vázquez Barrera durante la campaña a la presidencia municipal y fue presentado como un empresario que apoyaba la campaña electoral de la entonces candidata. Es en este contexto que el senador lo encontró algunas ocasiones más y por ello, en la comida referida de la plaza comercial Oasis, él tuvo la confianza para acercarse y pedir la fotografía multipublicitada.

La campaña mediática creció bajo la premisa de construir un personaje, el Gerry, el cual, dicen, es la prueba de que los miembros de Morena están inmersos en el crimen organizado. La premisa de la historia que han desarrollado gastando millones de pesos, es que la 4T se reúne y pacta con los delincuentes. Todo basado en una foto.

Se cree que la campaña mediática contra los involucrados en la campaña de Tamaulipas bajaría con la toma de protesta del hoy Gobernador Américo Villarreal, pero al parecer continuará pues el estado del norte era la caja chica de ciertos grupos del PAN y de la derecha, pues sus tratos con el crimen organizado fortalecían el poder corruptor de su actuar, por ello, tratarán de manchar una elección y dejar sembrada la idea de que perdieron a la mala, lo cual les servirá como base para el proceso de 2023 en el Estado de México y Coahuila, y el proceso federal de 2024.