“He hecho todos los cálculos, el destino hará el resto.”
Napoleón Bonaparte
La digoxina es un medicamento que se utiliza para aumentar la fuerza muscular del corazón cuando se debilita por alguna razón, y como muchos otros medicamentos, se obtiene de una planta, en este caso, de la digitalis, llamada así porque sus flores tienen forma de dedos.
La planta digitalis se conoce desde el Renacimiento. De hecho, se encuentra plasmada en libros de botánica, publicados desde 1543, incluyendo la del Doctor Leonhart Fuchs, y ya se conocían sus propiedades cardio-tónicas, posteriormente fueron aislando de ella medicamentos individuales llamados por su taxonomía: digitalícos, incluyendo a la digoxina.
Se sabe que Napoleón Bonaparte fue un hombre muy enérgico y eufórico. Participó activa y personalmente en la gran mayoría de las guerras que planeó, desde la toma de La Bastilla en 1789, lo que lo hacía tener una fuerza cardiaca y circulatoria muy relevantes durante dichos eventos, y que causaban posteriormente cierta recuperación, incluyendo taquicardia, como si se tratara de un corredor al finalizar un maratón. Y, muy curiosamente al respecto, en muchos de los retratos en los que aparece Napoleón Bonaparte lo hace con su mano derecha sobre el pecho, cubriendo la zona del corazón, como si intentara calmar una taquicardia presente.
Por eso es muy probable que Napoleón Bonaparte haya tomado derivados de la planta de digitalis para controlar su “éxtasis vital” y sus taquicardias, y siendo él muy reservado en que no trascendieran las enfermedades que tuvo, incluyendo gota, su adicción a la digitalis quizá también fue un tema muy personal, pero de ser cierto, le habría ayudado bastante a mantenerse estable, ya que la digitalis y sus derivados como la digoxina también tienen efecto tranquilizante, sobre todo en sus autoexilios a la isla de Elba y a la isla de Santa Elena, en esta segunda aún más porque permaneció los últimos 6 años de su vida, muy tranquilo para lo enérgico que fue siempre.
También se sabe que el pintor Vincent Van Gogh consumió digitálicos de la planta digitalis para los mismos propósitos que Napoleón Bonaparte, incluso se documentó que por intoxicación de los mismos pintó algunos cuadros de color amarillo, ya que hasta ahora ver en color amarillo es una complicación esperada con la sobredosis de digoxina.
Van Gogh, como dato interesante también, pintó un retrato de su doctor, Paul Gachet, en 1890, sentado con una planta digitalis en sus manos.
