El tema de hoy, en boga, es la salida o renuncia de Azucena Uresti a su noticiero nocturno por el canal Milenio. Particularmente para sintonizar noticias, me agrada ese canal desde siempre y desde hace muchos años he admirado muchísimo a Azucena Uresti.

La conocí cuando le tocó ser moderadora en los debates con los candidatos presidenciales en el 2018. Con una agilidad mental y una profunda inteligencia, mantuvo el ritmo y la dinámica de una manera espectacular. Valiente y asertiva traía en jaque a los candidatos en cuestión: Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón. Por supuesto en ese debate también estuvieron como moderadores Sergio Sarmiento y Denisse Maerker, pero ahí fue cuando Azucena brilló por su sagacidad mental para confrontar a los candidatos. Muy seguramente habrá hecho enojar a López Obrador en aquella ocasión y pues aunque diga el presidente que él no es vengativo, me queda una gran duda acerca de ello.

Para no variar en temas álgidos como este, acerca de su salida de su noticiero nocturno, se han desatado una ola de rumores por todos lados: Que si el presidente de la república la mandó callar, que si la silenció, que pidió su renuncia, que no… Que porque ella se va a otro horario en otra empresa, que nadie la tocó, que el presidente nunca censura a nadie, que ella renunció … Y así un sin fin de dimes y diretes.

Tantos, que hoy me despierto con la novedad de que están retomando el tema de la chica desaparecida y asesinada Debanhi, revictimizandola de nuevo, para golpear a Azucena acerca de las acusaciones que hubo en su contra con respecto a un mensaje que supuestamente mandó, dando a entender que ella estaba del lado de la fiscalía de Monterrey y que estaba involucrada en el proceso de la investigación del caso. Como quien dice la señalan por “meter mano”.

Así la señaló y acusó el propio padre de Debanhi, ante lo cual Azucena se defendió.

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Retomar este penoso caso de una mujer asesinada en nuestro país para “golpear” mediáticamente a Azucena por haber dado a entender que su renuncia/despido de Milenio tuvo que ver con el presidente, nos hace pensar que entonces sí fue verdad.

Aunque no lo haya sido.

Me explico:

Todas estas dudas y creencias que giran en torno a la repentina salida de Azucena Uresti de su noticiero y que se vinculan con que el presidente fue quién lo ordenó, tienen a un responsable de esto y es: el propio Andrés Manuel López Obrador.

Y es que, el presidente se ha ganado a pulso el que se piense que el es quien censura y manda callar a periodistas.

Probablemente no sea así. Al menos en este espacio editorial afortunadamente y personalmente he tenido la posibilidad de expresar mis ideas libremente, pero claro, yo no soy ni conocida ni famosa como Azucena.

Pero el tema medular, es que el presidente se ha encargado durante mucho tiempo de hablar mal de Azucena, incluso de señalarla, de etiquetarla como “clasista, racista” (se lo dijo en una mañanera el 22 de Marzo del 2022) y así, constantemente haciendo señalamientos en su contra, incluso con cierto sarcasmo y burla de parte del presidente y pronunciando mal su nombre (se le ha complicado decir correctamente su apellido y en últimas fechas la llamó “Susana” en lugar de Azucena) lo que pone en la mesa todas las cartas que apuntan a que el presidente la censuró aunque no haya sido así.

Entonces casi nadie le cree al presidente cuando en días pasados aseguró que él no la mandó callar, que él no censura a nadie, que el fomenta la libertad de expresión.

Total que, el presidente, hablemos en claro, ya está muy desprestigiado en su credibilidad. Y se busca, solito, que la gente piense que la mandó callar.

Todavía, lejos de tratar de calmar las aguas, buscar un encuentro y conciliar con Azucena para aclarar malos entendidos, desde su tribuna y con micrófono abierto, volvió a atacarla otra vez, diciendo que es todo una mentira (casi la llama mentirosa) y que él no tuvo nada que ver.

Es decir, coloca a una mujer en una situación de riesgo al atacarla desde su posición de poder.

Entonces ya ni hablar de que sea cierto que este presidente sea el más feminista de todos los tiempos, ¿verdad?

Lamento la salida de Azucena de Milenio, pero será interesante ver cómo se desarrolla en otra empresa, con otro horario y con otra audiencia.

Lo que en esta columna quiero expresar es mi gratitud pues por azares de Dios, del destino o como ustedes le quieran llamar, mi cuenta en X (@panaclo) ha servido para poder ayudar a muchas personas en situación de vulnerabilidad o enfermedad.

Azucena Uresti fue la única periodista que me ayudaba a retuitear y a difundir casos de niños con cáncer que necesitaban medicamento o quizá que tenían algún sueño por cumplir. Así lo hizo en el caso de un joven llamado Fernando con cáncer en la piel, a quien invitó a su programa para apoyarle en la recaudación de fondos para su tratamiento médico.

Quizá eso es lo que le molesta mucho al presidente: que la ayuda de Azucena, revelaba la falta de apoyos económicos y médicos para muchos niños con cáncer en nuestro país .

Pero finalmente el objetivo se cumplía y Azucena a través de la difusión de muchos casos, lograba que la ayuda llegara y como ella dijo en el cierre de su último noticiero, también su intención era hacerle “un poco menos difícil” la vida a los que sufren.

Esta labor altruista y humanitaria de Azucena son de las cosas que todos los renombrados periodistas y conductores de noticias no deberían de perder de vista. El país está huérfano en este momento y necesitamos de comunicadores que más allá de atacar al presidente, señalarlo o criticarlo, se sumen a difundir causas para poder ayudar a otros.

Tienen el micrófono, tienen la audiencia, ¿porqué no hacer lo que venía haciendo Azucena en términos de una especie de servicio social?

Espero que a donde quiera que vaya Azucena, siga teniendo estos espacios y esta humanidad tan para ayudar a más personas y por el lado del presidente, diría yo que aunque ya casi se va, es un buen momento para que analice si sus ataques a periodistas y conductores de noticieros que no lo apoyan, desde su posición de poder, le está trayendo algún tipo de beneficio.

Creo que ninguno.

Es más, si por ejemplo, algo le llegará a pasar a Carlos Loret de Mola, inmediatamente todos pensarían que fue orquestado el daño por el ‘presidente de todos los mexicanos. Y aunque no fuera así, el simple hecho de que un presidente ataque a un periodista lo pone y lo coloca en una situación de muchísimo riesgo.

Si tú me lees Azucena, te deseo éxito y te doy las gracias por la cantidad de veces que me ayudaste a difundir muchísimos casos.

Y al presidente, que no creo que me lea, lo exhorto a que intente mediar y reconciliar su relación con casi todos los medios informativos y de comunicación que prácticamente está destrozada.

El país necesita concordia y estabilidad en todos sentidos.

Pero si el presidente no abona para que esto se dé… Pues estamos perdidos.

Es cuánto.