En sus ya tan divertidas y descolocadas mañaneras, el presidente de esta nación, el día de hoy, se aventó otra muy buena puntada matutina  y dijo enfáticamente: “Me están queriendo comparar con Felipe Calderón y no lo voy a permitir”.

¿Que qué?

Pues a ver,  vayamos por partes.

Sostenidamente y desde hace tres años, AMLO la ha traído contra el ex presidente de México, Felipe Calderón. Hay un especie de trauma que aún no ha resuelto nuestro actual mandatario y de eso ya todos estamos seguros . Primero, porque asegura, jura y perjura que le fue arrebatada la presidencia en el 2006 .  

Ese trauma de saberse  tan cerca y haber “perdido”, le dejó huellas imborrables que aún hoy le duelen y no  logra superar.

Pero hoy por hoy  logró llegar a la meta que se planteó  y  logró cumplir su sueño. Le reclamó al principio al ex presidente haberle hecho trampa, ya el siendo presidente y teniendo cámaras y foco para ser escuchado.

Bueno, hasta ahí uno pensaría, está bien. Si siente que le robaron la Presidencia está bien si tiene la necesidad de reclamar, pero eso era al principio. Lleva tres años gobernando y lleva tres años culpándolo, pero no nada más eso sino que culpa a Felipe Calderón, ya todos lo sabemos, de todas, absolutamente todas  las desgracias de este país.

No hay un día en que a nuestro presidente se le olvide Calderón. Es un trauma . Yo he pasado personalmente  por situaciones sumamente traumáticas y nomás uno no las olvidas nunca.

El presidente tiene un trauma. Pero además hay una especie de admiración por el expresidente: No puede dejar de hablar de él. Y yo creo su inconsciente anheló  parecerse a él, dentro de lo mucho que lo ha podido llegar a odiar.

Hay algo que AMLO quisiera tener de Felipe Calderón: quizá la forma de conectar con personalidades importantes, quizá su manera de desenvolverse, no lo sé. Hay algo que lo tiene anclado al ex presidente, y Felipe Calderón ¡está en su mundo!... con su vida y sus cosas, sin ni siquiera haber alzado la mano proponiéndose como contrapeso político. Pero si así el presidente de México lo ve como enemigo .

Hoy el presidente Obrador aseguró que los “cínicos conservaduristas” lo están comparando con Felipe Calderón. ¡Ah caray! No, pues no… Nadie que no haya votado por Obrador se atrevería a compararlo con Felipe Calderón.

Tampoco creo que los que sí votaron se atreverán  a compararlo con Felipe Calderón. Porque, aunque les duela, Felipe Calderón tiene otra altura, tiene algo con lo que  se nace que es saber ser estadista. Para eso no se estudia ni eso se copia. Se te da o no se te da. A Felipe Calderón se le dio y se le sigue dando y a Lopez Obrador pues nomás no.

El video de ayer del “chapuzón del Bienestar” dejó furiosos a muchos Obradoristas, que no vieron celebrar al presidente el gran triunfo de un mexicano, pero sí lo vieron celebrarlo con el ex presidente de México que tanto odian los morenistas/obradoristas.  

El análisis sería aquí cuestionarse: ¿Porqué Andrés Manuel López Obrador no ha sabido estar cercano a figuras que nos llenen de orgullo? Porque es muy limitado en todo.

Se siente cómodo con los que se sienten incómodos y poca cosa como los presidentes de Nicaragua o Venezuela o Cuba.

Pero no puede estar con gente de altura o de respeto mundial.

No ha sabido acercarse a Biden y le es más fácil aventarle bronca que ser su amigo. Le es más fácil pelear que conciliar. Porque, insisto, sus traumas y sus complejos no lo dejan poder tener una sola foto si quiera con Sergio “Checo” Pérez que ayer puso el nombre de México muy alto. Sus traumas y complejos no le permiten saberse capaz de relacionarse con mexicanos que le brinden a la nación orgullo y que se les quiera. Él se siente menos. Y lucha por sentirse más .

De seguir teniendo esta pobre autoestima el presidente nos impactará a todos porque sus fichas, las que él tiene para poner en el tablero para el 2024 son iguales que el: sin personalidad, sin buena autoestima, teledirigidos por el Presidente, sin brillo.

No, señor presidente, esta que aquí escribe jamás lo compararía con Felipe Calderón.

Es que son simplemente versiones tan opuestas que se vuelven incomparables. Pero entiendo que el presidente de manera inconsciente es lo que quisiera: que alguien le dijera “Usted es igual a Felipe Calderón” y entonces sí, hasta la autoestima del presidente volaría por las nubes.

¿Alguien de aquí que me lee encuentra punto de comparación?

Es cuanto.