Así, tal cual está pasando ya con Marcelo Ebrard. Para mí era el único que realmente le daba cierta altura a Morena. Al principio, ante los errores del presidente, siempre salía en acción el súper Ebrard al rescate con algo que decir, con algún comentario para justificarlo, algo. Me lo imaginaba con su capa roja volando por los cielos intentando una y otra vez salvar de la desgracia a su jefe, y no estoy segura si por cariño, más bien creo que por conveniencia.

Pero el presidente ni se inmutaba ni le agradecía ni le aplaudía ni nada, es más, como dicen los jóvenes de hoy en día “ni lo topaba”, pero él se esforzaba siempre, eso sí.

Todavía recuerdo su famosa frase de “misión cumplida señor presidente”… ¡Ah, qué tiempos aquellos !

Y no es que Marcelo Ebrard nos haya ocultado sus deseos presidenciales, él dijo que sí va y que va con todo por la silla grande, pero decirlo y confesarlo le ha cobrado factura.

Si se fijan algo ha pasado internamente en la estructura del gabinete del presidente, ya no se ve Ebrard definido y sólido (aunque nunca se vio realmente así del todo, siendo honestos).

De pronto ya no supimos más de los que lo han rodeado y aplaudido todos estos años. Por supuesto Olguita S. Cordero dijo “ahí se ven”… Otros tienen puestos en diferentes embajadas, ya ven que le encanta al presidente regalarlas como intercambio de pactos de silencio o no sé a qué se deba que tiene ese don de regalar embajadas por doquier a diestra y siniestra.

Ya no se diga de Delfina Gómez que con la excusa de que ya se permitió el regreso cien por ciento presencial a clases, dijo el presidente que no era necesaria su presencia en las mañaneras; así lo aseguró.

Tampoco la voz y presencia tan firme y contundente por no decir rollera de Hugo López-Gatell aparece como antes.

Y pues ahora con el tema de la vergüenza internacional con la pésimamente mal escrita y redactada carta del Gobierno de México al Parlamento Europeo la cosa sí que está rara, porque el propio presidente aceptó que él la escribió “junto con Jesús Cuevas”… ¿Pues cuál es el puesto o función de Jesús? Jesús es el que pone las diapositivas en las mañaneras, ¿pero también escribe cartas al Parlamento Europeo? Eso le correspondía hacerlo a Marcelo Ebrard pero ni siquiera lo mencionó, de plano fue muy humillante .

Y es que yo creo que el presidente anda sentido con Ebrard. Debe de sentir que él ya no le es tan leal y se habrá enterado quizá de que se quería cambiar de partido (yo y mis suposiciones) pero el tema es que literalmente lo ha ignorado a la vista pública de todos, lo ha puesto en la banca para quien sabe si volverlo a meter a jugar alguna vez más.

Marcelo Ebrard francamente lo que tendría que hacer por dignidad al menos y porque sus años en la política le han costado, es renunciar. Es que se le faltó al respeto de una manera muy grave y ante los ojos del mundo ya no tendrá una buena imagen como secretario de Relaciones Exteriores.

Estoy segura que esa carta que nos avergüenza a todos, si hubiera sido escrita por Ebrard nos hubiera evitado esta pena tan grande pero sí le creo al presidente cuando sinceramente nos confiesa que entre él y Jesús la redactaron.

Yo pienso que Ebrard ya no tiene cabida en Morena. Ni como secretario de Relaciones Exteriores. Y si quiere ser presidente desde ese lugar en donde está simplemente no va a poder. Porque además de todo la consentida es Claudia Sheinbaum. El presidente no le pondrá atención ni energía a ningún candidato de Morena que no sea Claudia.

Marcelo Ebrard lo intentó pero ya está fragmentado. Diga lo que diga y haga lo que haga dentro de Morena perdió validez y valor. Ya otra frase así de “misión cumplida presidente” ya no le va a salir bien. Ni se la van a creer.

Creo que a Marcelo le queda oxígeno siempre y cuando renuncie. Y por ende salga del partido.

Pero prefiere su quincena asegurada. En la política creo que no existe la palabra dignidad.

En fin, es angustiante ver que no tenemos un secretario de Relaciones Exteriores que intente mediar las cosas y no caer en conflictos. México de ninguna manera está para guerras ni problemas con ningún país si apenas puede con los suyos.

Yo ya no sé qué va a pasar… ¿Y ustedes?