Me tocó vivir el temblor del 2017 en la CDMX. Hicimos mi hijo grande y yo, el simulacro bajando 17 pisos del edificio donde vivíamos. Creo que fuimos los únicos de todo el edificio que lo hicimos porque “que hueva el simulacro”. Hoy 2022 también hicimos el simulacro, ahora nos tocó en un hospital. Al ser un lugar público lo tenemos que hacer “a chaleco”. Hicimos el simulacro y todo bien, así como el del 17.

Igual que hace 5 años después del simulacro nos tocó el verdadero temblor en un lugar diferente. Esa vez andábamos por Reforma en el piso 22 de un edificio. Bajamos por las escaleras de un edificio que crujía por el movimiento telúrico. Vimos todo lo que nos habían dicho en los simulacros. Personas con pánico, gente que no pudo bajar las escaleras porque se torció el pie, afuera personas gritando tonterías como “huele a gas” en la multitud de la gente. Lo sobrevivimos y lo digerimos bien porque ya habíamos practicado que hacer en caso de temblor. Me encontré a mi hijo afuera del edificio esperándome sabiendo que lo de practica de la mañana había servido.

Hoy fue diferente. No iba mi hijo, iba con mi esposa y el temblor nos agarró en el coche. Iba oyendo Radio Formula a la hora del espacio de Denise Maerker. Empezó la alerta sísmica en la estación de radio justo cuando íbamos pasando por un conjunto de oficinas que acababan de terminar su simulacro. Estuvo fuerte. Detuvieron el paso, la gente bajo de los edificios y después de unos 10 minutos nos dejaron pasar. Al llegar a casa, las mascotas alteradas y gente que trabaja con nosotros a punto de necesitar el famoso “bolillo para el susto”.

Casi nadie sabe que en algún momento de mi vida me metí a estudiar estadística para simulación de modelos de producción. Para hacer estos modelos se necesitan datos estadísticos para poder establecer comportamientos cíclicos que al final nos pueden dar una simulación que se acerque a la realidad. Que algo pase 3 veces en un periodo de 40 años no es indicativo que sea una tendencia ni mucho menos. ¿A qué voy con esto?

Me metí a Twitter para leer más sobre lo que pasó en el temblor y vi una buena cantidad de tweets que hablaban sobre la relación del temblor con el simulacro y la fecha de los temblores anteriores. Como siempre, vi cosas que son increíbles. Desde las energías que generamos las personas para que pase un temblor, hasta el karma que hemos ocasionado como país. ¿Es en serio? Y esto de personas con bastante influencia en este medio. ¿Porque no vemos los datos científicos reales y la ciencia poco estudiada y muy complicada de los movimientos telúricos?

Estaría muy complicado que lo que provoca los temblores conozca el calendario gregoriano, con todo y festivos, y decidiera que temblará justo el mismo día después de que se hizo el simulacro. Estadísticamente es algo más complicado que ganarse la lotería, no una, sino varias veces.

Me llega un dato de WhatsApp con una base estadística correcta. Fernando del Río Haza, doctor en física por la Universidad de California en Berkeley, Premio Nacional de Ciencias y Presidente de la Academia Mexicana de la Ciencia comenta;

" Si hubiese un solo temblor al año de al menos esta magnitud, la probabilidad de que ocurriese el mismo día en tres años consecutivos es de 2 millonésimos. Para 10 temblores por año, en 36 años la probabilidad es 360 veces mayor: la probabilidad es de 7 millonésimos”.

Fernando del Río Haza

En otras palabras, no empecemos a alucinar ni con la fecha ni con la práctica de simulacros anuales. Que pase el 19 de septiembre es casualidad y que tenga que ver con la gente “llamando con sus vibras los temblores” porque se hizo un simulacro también es una tontería. Es como pensar que AMLO ganó la presidencia porque simuló ser presidente cuando le habían robado las elecciones en tiempos de Calderón. Al menos el lo dice así.

Los temblores pasan porque la Ciudad de México está en una zona donde ocurren este tipo de fenómenos. Hay que estar preparados y no hay mejor preparación que los simulacros.

Leí también en Twitter la opinión de una persona que crítica fuertemente al presidente y a la jefa de gobierno de la CDMX. Se llama Laisha Wilkins y sugería que debería de haber dos tipos de alertas sísmicas, una que sea la alerta del simulacro y otra que sea la alerta de verdad. Lo que me suena es que esta persona no le importa el simulacro y no lo hace y cuando fue el temblor verdadero pensó que también era el simulacro y no se dio cuenta que era verdadero hasta que se empezó a sentir el temblor. La gente tiene que estar preparada y no hacer menos los simulacros, no se puede tirar tanta flojera.

Esperemos que todos los que vivieron el temblor estén bien y que no haya sido más que el susto.

Galimatías

Al que no le toco el temblor fue al representante del gobierno de México en el funeral de la Reina Isabel II. Que pena que se haya tomado una selfie en el evento y que la haya subido a redes sociales. Muy mal Marcelo Ebrard.